Según los expertos es porque una mujer robusta transmite seguridad y fortaleza. Mientras que las delgadas, en situaciones de crisis, transmite fragilidad y problemas de reproducción. De hecho, esto no sólo ocurriría cuando un hombre tiene estrés sino cuando está inmerso en una situación muy adversa como la hambruna, una guerra o una catástrofe natural. Al respecto la investigación señala que aquellos países en los que hay poca pobreza o conflictos bélicos es donde el estereotipo se ve modificado.
Los expertos explican que “cuando vives en un entorno donde la comida es escasa, un cuerpo con sobrepesado envía el mensaje de que hay grasas almacenadas para resistir situaciones adversas que puedan venir en el futuro, lo que supone un estatus social más alto. Dos cualidades muy atractivas en una pareja en circunstancias de crisis”. Lo mismo ocurriría cuando un hombre vive en una constante situación de estrés.
A esto se suma el testimonio de algunos hombres que sostienen que las mujeres rellenitas son de mejor corazón, más amorosas, fieles y cálidas. Además, aseguran que el hecho de quererse como son y de no estar tan preocupadas por su figura les parece más atractivo.
Las investigaciones confirman que las preferencias de los hombres son flexibles y puede variar. Aunque no significa que tu pareja te cambie por otro cada vez que sienta estrés o tranquilidad. Una vez escogida su compañera de vida entran en juego otros factores que consolidan la relación y evitan el constante cambio.
Aprovecha los beneficios de tu cuerpo
Ahora que sabes que no por ser gordita estás condenada a la soltería, lo mejor es que conozcas cuáles son las partes de tu cuerpo que más valoran los hombres para poder sacarles provecho.
Si estás pensando que lo único que miran son tu trasero y tus pechos, estás equivocada. Si bien estos son dos puntos de interés, no son los únicos.
Los hombres se fijan, por ejemplo, mucho en los pies de las mujeres. Por esta razón es importante que los tengas cuidados: píntate las uñas, colócate una bonita tobillera y lima bien las asperezas del talón. Sácale provecho a esa parte del cuerpo que muchos creen olvidada.
Así como miran tus extremidades inferiores, también se fijan en las superiores: las manos. Lo que les gusta a los hombres es imaginarse lo placentero que sería ser acariciados por ellas. Así que trata de mantenerlas siempre hidratadas, suaves, limpias y con las uñas arregladas. Otra cosa importante es que las muevas al hablar porque facilitan la comunicación, además tenerlas quietas y en los bolsillos es sinónimo de timidez y vergüenza.
La espalda es otro punto muy apreciado. Debes mantenerte siempre erguida y atreverte a descubrir algo de tu espalda. Esta es además una buena estrategia de seducción porque estás mostrando una parte de tu cuerpo que es más íntima y que el hombre se muere por acariciar.
Tus labios también son importantes. Lo esencial no es el grosor, sino que sepas resaltarlos con un buen brillo labial. Harás que él se pase horas soñando en cómo sería besarte. En relación a esto debes considerar que a los hombres no les gusta el exceso de maquillaje, de hecho muchas veces prefieren una cara limpia y perfumada porque les transmite naturalidad, sinceridad y juventud.
Otro punto muy observado por ellos son las orejas. Por eso siempre mantenlas limpias y decoradas con un pequeño pendiente. Más allá del tamaño, ellos ven que sean armoniosas con tu cara y que se vean apetecibles para “mordisquear”. Por eso, si usas aros grandes les estás arruinando la diversión.
¡Las líneas de expresión te preocupan? Pues ya no pienses más en eso como algo negativo porque a los hombres les gustan. Prefieren una mujer natural cuya experiencia y conocimiento se refleje en su rostro, que una muñeca de plástico con exceso de botox.
La confianza en una misma también es amada por los hombres. Con esto queremos decir que ellos prefieren a una chica que se quiere como es, con rollitos en las caderas, busto grande o pequeño y trasero redondo o plano, que a alguien que está pensando constantemente en pasar por el bisturí. Además, debes recordar que hay cosas que sólo las mujeres notamos y que a ellos poco les importa, como la celulitis.
Hay otras cosas que nosotras consideramos horribles y que a ellos les gustan: los rollitos en la cintura, los muslos grandes y las pancitas. Así que deja de sufrir por esos kilitos de más porque ellos buscan curvas reales y no mujeres “hechas a pedido”.
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