Título: Los hombres de Texas no hablan de amor
Género: Contemporáneo
Editorial: Esencia
Páginas: 315
Precio: 14,90€
Protagonistas: Samantha y Jasper Blanchard
Jasper Blanchard aceptó de mala gana el encargo de pasear a un estudiante por los alrededores del rancho. Boquiabierto, vio cómo llegaba a la terminal del aeropuerto una rubia de largas piernas. Sam,
el joven empollón que esperaba, resultó ser Samantha. La prioridad de Samantha Larson era recabar datos para su investigación académica, pero lejos de casa no iba a desaprovechar la ocasión de disfrutar al límite de aquellas vacaciones. Sin embargo, las apariencias engañan. Ni Jasper es inmune al amor, ni Sam es tan ingenua como para arriesgar su futuro por el vaquero con la mirada más sexy de Texas.
Cuando años más tarde Sam vuelve al rancho Blanchard, Jasper no la recibe de buena gana. No sabe que Sam ha regresado con una herida en el alma que solo él puede curar, si es capaz de perdonarla por mantenerla en secreto.
Siempre he dicho que prefiero a la autora Olivia Ardey en el género romántico histórico, y es que me gustó tanto su libro de antaño, que siempre sin querer, tiendo a compararlos, cosa que me estoy dando cuenta, no debo hacer, ya que cada uno de ellos, sea del género que sea, tiene su particularidad.
Aun así, con esto no quiero decir, que la autora desmerezca en estos libros, sino mi preferencia, ya que si su pluma es manejada con esta sutileza, ingenio, y corazón, como vemos en sus historias, siempre nos embelesaran cuando las leemos, como me ocurrió, al terminar esta misma.
Al empezar a leer *Los hombres de Texas no hablan de amor*, debo confesar que no sé porque, me esperaba la trama, mas tipo ranchera, más del oeste, y sintiéndolo mucho, porque me encanta este tipo de libro, vi que no era lo esperado por mí, pero aun desinflándome un poco ante esta ilusión que se iba desvaneciendo a medida que avanzaba, otro sentimiento iba surgiendo en mí, la historia, me conquistaba poco a poco, y no por su romanticismo, sino por el amor que desprenden sus páginas, sobre todo con la historia del amor tan intenso que vivieron Mary y Simon, los abuelos de Jasper.
Es tan intenso, real y eterno, que me hizo sentir muchos sentimientos encontrados, tristeza, dolor, amor, cariño, o sea, se ganó mi corazón totalmente, dejando para mí de lado a nuestros protagonistas principales, que aunque estén bien, no me hicieron sentir ni la mitad de lo mismo.
Termino diciendo, que estoy sorprendida y encantada con esta historia, la aconsejo totalmente, es una historia con alma, una historia llena de sentimientos, me ha sabido embelesar, una vez más, la autora me muestra que su pluma es ágil, divertida, y profunda.
Todos sus personajes me han sabido llegar, sea de una u otra manera, y aunque como ya he dicho, me quedo con la historia del pasado, tampoco me quejo de la historia con la que comienza este libro, la de Sam y Jasper.
Un final precioso y digno, para *Los hombres de Texas no hablan de amor*. ****
Olivia Ardey
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