Quien haya visitado Piazza Navona ha podido ver variados tipos de "hombres-estatua" que, inmóviles, despiertan asombro, curiosidad y admiración, y siempre hay alguien que -con una sonrisa de agrado- deja unas monedas a sus pies...
Quizá el que más me impresionó desde siempre es que se ve aquí, gracias a la foto de 2004 que encuentro depositada por R. Bosque en Pinterest:
Quien lo haya visto una vez lo habrá reconocido de inmediato. Hace ya unos años que nos priva de su presencia en Piazza Navona. Seguramente habrá encontrado mejor arrimo...
Cuento esto porque hace unos días, como de ordinario (yendo de la Universidad a la Biblioteca) pasé por la Via della Cuccagna, que lleva desde Piazza Navona hacia Campo di Fiori y que así se ve en Google map:
Al pasar, tuve ocasión de ver un grupo de hombres-estatua, en esta posición y atuendo:
Y no resistí la tentación de usar el móvil para recoger esta muestra de performance minimalista o de arte escénico urbano, o como quiera llamarse a esas figuras impertérritas que parecen despertar a la vida con un saludo o un signo de agradecimiento cuando alguien deja alguna moneda en la cajita que está a sus pies.
Me recordaban demasiado a las recientes y antiguas performances o instalaciones artísticas romanas ("i manichini") de Mark Jenkins, como para no hacerlo, y dejarlo ver aquí, junto a algunas muestras del hacer de Jenkins en todo el mundo:
Aunque en realidad aquellas tres figuras sentadas plateadas me recordaron una instalación de Jenkins, entre muchas otras, en Seúl:
No se trata de hacer grandes disquisiciones sobre las relaciones imitativas del arte y la naturaleza humana. Pero seguro que a más de uno que haya contemplado los hombres-estatua y visto los maniquíes-trabajados e instalados por Jenkins, habrá podido pensar algo más o menos profundo y de interés acerca de la dignidad y la condición y situación humana.
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