En este estudio participaron 87 canadienses, entre los que se encontraban heterosexuales, gays, lesbianas y bisexuales; algunos de los cuales no habían salido del armario.
Robert-Paul Juster, uno de los autores principales de este estudio, ha afirmado que las personas LGTB que han salido del armario con sus padres y amigos tienen menos ansiedad, depresión o agotamiento emocional y son menos propensos a sufrir depresión o problemas fisiológicos en comparación con los hombres heterosexuales.
Este estudio se realiza a colación de otros estudios que muestran los altos niveles de depresión que llegan a sufrir muchas personas LGTB, ya que quienes no han salido del armario por cualquier miedo personal basado en prejuicios sociales, pueden padecer diferentes enfermedades psicosomáticas que merman sus defensas y su salud en general.
"Salir del armario no sólo tiene beneficios para la salud personal, sino para la propia salud pública. En cuanto se afronta el paso de salir del armario, la persona LGTB se vuelve más resistente mental y físicamente" afirma Juster.
Además, en este estudio también se puede apreciar cómo los hombres homosexuales y bisexuales tienen un mayor índice de masa corporal y mejor calidad en su salud en general, lo que encaja con la idea de que se preocupan más por el cuidado de sus cuerpos que los hombres heterosexuales.
"Se necesitan más estudios, especialmente aquéllos que se centren en la salud mental de los hombres y mujeres LGTB después de la aprobación del Matrimonio Igualitario. Estoy seguro de que la legalización de estos derechos fundamentales y humanos hace de los gays, las lesbianas y lxs bisexuales, personas mucho más felices y más sanas" concluyó Juster.