La salud mental de los hombres es un tema específico de estudio de hoy. Si bien el grueso de conocimientos sobre salud mental general, de manera indiscriminada se ha basado en varones, no se había intentado deslindar específicamente cómo el sexo y género masculino podían influir en los problemas de salud mental de los mismos varones (de hecho, ya se tiene más o menos una idea de cómo influyen ellos en los problemas de salud mental de las mujeres, claro está).
Precisamente nuestro amigo Martín Arévalo en su blog Psiquiatría y más nos da la noticia de que el Textbook of Men's Mental Health, editado por Jon Grant y Marc Potenza, puede descargarse libremente desde la página de American Psychiatric Publishing.
Una rápida hojeada a través de las tres partes de la obra: desarrollo, trastornos y aspectos socioculturales -donde se incluye un apreciable capítulo sobre la salud mental del varón gay- nos permite tener la impresión de un hecho más o menos generalizado como summa de nuestra salud mental, pero que no es sólo una molécula, y tampoco dos. Como toda repetición es una ofensa, sólo diremos que es aquella frase que intitula el presente post.