Sabino Kornrich, investigador del Instituto Juan March, de Madrid, ha descubierto hace muy poco que "cuanto más tiempo un hombre casado se dedica a las tareas del hogar, como cocinar o lavar los platos, menos relaciones sexuales tiene con su esposa."
La conclusión parece que surgió de una encuesta entre 7200 varones hecha con el fin de analizar "la importancia de los papeles tradicionalmente otorgados a cada uno de los sexos y su influencia en la frecuencia de las relaciones sexuales en un matrimonio heterosexual" dijo el autor, que investigó el tema con dos sociólogas de la Universidad de Washington, Julie Brines y Katrina Leuppun. La noticia salió publicada en el portal Docsalud, del Instituto Stambulián.
No pasaría lo mismo (más platos, menos sexo) en el caso de aquellos maridos que se abocan a tareas propias del ser masculino, como regar las plantitas del jardín o a lavar el coche.
"Existe una suerte de escenario sexual bien definido para cada género, en el cual manejarse según el género es importante para el desarrollo del deseo" agrega el estudioso, que a mi ver su teoría ha quedado obsoleta.
ESTAMOS EN EL SIGLO XXI: LOS HOMBRES LLORAN, A VECES DICEN ESTA NOCHE NO, QUERIDA, CAMBIAN PAÑALES... Y TAMBIÉN LAVAN LOS PLATOS.
A QUE CHICA NO LA EROTIZA VER A SU QUERIDO ENJABONANDO LOS PLATOS DESPUÉS DE CENAR, Y QUIÉN PUEDE NEGARSE SI DESPUÉS DEL POSTRE ESAS MISMAS MANOS TE DAN UN MASAJE DE PIES....