Género: Drama País: USA Dirección: George Clooney Año: 2011 Intérpretes: Ryan Gosling (Stephen Meyers), George Clooney (gobernador Mike Moris), Philip Seymour Hoffman (Paul Zara), Paul Giamatti (Tom Duffy), Marisa Tomei (Ida), Jeffrey Wright (senador Thompson), Evan Rachel Wood (Molly), Max Minghella (Ben)
Sinopsis: Adaptación de la obra aclamada por la crítica “Farragut North” del ex consejero demócrata, Beau Willimon, centrada en las primarias a la carrera presidencial en Iowa. Willimon decidió escribir el guion tras trabajar junto al ex presidente del Partido Demócrata Howard Dean, cuando éste se presentó como candidato a las elecciones primarias en 2004.
Una vez más George Clooney demuestra que además de un buen actor es también un buen director, con esta estupenda película sobre lo que es capaz el hombre para llegar al poder, sin decantarse por ningún lado, y demostrando que todos sin excepción tenemos trapos sucios para lavar.
Donde siempre habrá uno más listo que tu, y donde no se sabe quién es el que ríe el ultimo, ni quien ríe mejor, habla sobre la pérdida del idealismo, donde lo importante no es para quien trabajes, sino conseguir el éxito, ser el ganador para asegurarte el futuro. El mensaje y los ideales dan lo mismo, lo importante es haber triunfado aún a pesar de haber apostado por un candidato ajeno a nuestras convicciones.
Retrata con corrección el lado miserable de la política y vamos descubriendo como son los entresijos de unas primarias en los EEUU, y como a veces los papeles de marioneta y de quien maneja los hilos van alternando.
Pero que son los “idus”?
En el calendario romano los idus de marzo caían en el 15 del mes de Martius. Los idus eran días de buenos augurios que tenían lugar los días 15 de marzo, mayo, julio y octubre y los días 13 del resto de los meses, la fecha es famosa porque Julio César fue asesinado en los idus de marzo del año 44 a. C.
En “Los idus de marzo” conoceremos a Stephen Meyers (Ryan Gosling), enigmático en cada una de sus conversaciones, un joven asesor de campañas políticas, idealista con un gran talento como comunicador, que pasa a formar parte de la campaña presidencial (el segundo de a bordo) del gobernador Mike Morris (George Clooney), su ídolo político y en quien confía plenamente.
Afrontando Meyers el mayor reto de su vida: conseguir que el gobernador Mike Morris sea el candidato elegido por el Partido Demócrata para enfrentarse a su homólogo republicano en las elecciones a la presidencia de la Casa Blanca, en el año 2004.
Meyers está a punto de verse inmerso en un mundo cruel, sucio y mentiroso del que podría salir marcado para el resto de su carrera. Pero su ambición es tan grande y tan poderosa como sus sueños de grandeza.
Durante las primarias de Ohio, el máximo oponente de Morris, Tom Duffy (Paul Giamatti), el jefe de campaña del máximo oponente de Morris, ofrece a Meyers un puesto de trabajo.
Al mismo tiempo, las negociaciones de Morris para conseguir el apoyo adicional de un senador de Carolina del Sur se estancan. Y la joven becaria Molly Sterns (Evan Rachel Wood) capta la atención de Stephen. Los republicanos guardan varios ases bajo la manga, Meyers puede haberse confiado en exceso y Molly guarda un secreto. ¿Qué es más importante: la carrera, la victoria o la verdad?
La cuestión radica en hasta dónde se está dispuesto a llegar para lograr el éxito...
Eludiendo tópicos de un tema ya muy masticado, más que una crítica expone un hecho tal y como es en realidad: que muchos políticos desde su absoluta ingenuidad empiezan en la política con muy buenas intenciones, fieles a unos valores y creencias y con no más ambición de cambiar las cosas a mejor siendo un hombre de bien para el pueblo, pero que enseguida se dan cuenta de que es imposible moverse en ese mundo sin ensuciarse las manos y jugar muy sucio.
Con los elocuentes títulos de los temas de la banda sonora, con la música de Alexandre Desplat, cargada de intensidad, van dividiendo la película en capítulos.