A pesar de partir de una base política, la idea original es la de tratar los ideales, los comportamientos amorales y sus consecuencias, la corruptela del poder, etc. El guión esta repleto de tópicos, ya mil veces manejados en este tipo de films, pero con buen gusto, sin caer en un tratamiento exagerado. Pero lo que de verdad le da un punto interesante a la película, son sus interpretaciones. Los secundarios cumplen perfectamente con sus papeles, sobretodo los líderes de campaña, Hoffman y Giamatti, formando una pareja antagónica pero necesaria. Clooney está correcto, y tanto Wood como Tomei, sólo tienen papeles catalizadores. El verdadero protagonista es un excelso Ryan Gosling, demostrando que con sencillos cambios de gestos se puede llevar a cabo una gran evolución en un personaje. Su primer plano final, sobrecogedor.
Mi Puntuación: 7.5