Los impuestos más raros del mundo.

Publicado el 08 febrero 2014 por Santiagomiro
  “Cuando se trata de recaudar más dinero –dice el artículo publicado por Huella Económica–, los políticos son capaces de agudizar el ingenio hasta límites insospechados. Si hacemos una pequeña búsqueda podemos descubrir multitud de impuestos verdaderamente extraños, dignos de las mejores comedias de Hollywood. A continuación tenemos algunos de los más destacados.
1. Impuesto por ir al baño: en Maryland, Estados Unidos, se paga una tasa por cada retrete instalado en cada casa desde el año 2005.
2. Impuesto sobre ventanas: en el siglo XVII, el Rey Guillermo III de Inglaterra estableció este peculiar impuesto a todas las casas que contaran con más de seis ventanas con el objetivo de recaudar fondos para sufragar los gastos de la guerra.
3. Impuesto por el uso de sombrero: durante el siglo XVIII, en Reino Unido había que pagar un impuesto especial al comprar un sobrero.
4. Impuesto por llevar barba: todo aquel que tuviese barba durante el mandato de Pedro el Grande de Rusia debía pagarlo. La idea era reducir el número de barbas para “europeizar” a la población.
5. Impuesto por grasas saturadas: analizado en la entrada. Fue un impuesto que el gobierno de Dinamarca estableció en 2011 para disminuir los índices de obesidad.
6. Impuesto por tener perro: con el objetivo de mantener la ciudad limpia, el ayuntamiento de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) aprobó cobrar a las personas con perro entre 15 y 35 euros.
“También están aquellos que quedaron en el aire, como el impuesto por ser guapo que propuso un economista japonés, el impuesto por flatulencias emitidas por ganado vacuno que estuvieron muy cerca de imponer en Dinamarca e Irlanda, justificándolo con un estudio que demostraba que las vacas emiten gases tóxicos que hacen aumentar el efecto invernadero, o una tasa a las personas con sobrepeso que estuvo a punto de aprobar el gobierno finlandés para hacer frente a los gastos médicos ocasionados por las enfermedades relacionadas con la obesidad, medida que iba asociada a una reducción del IVA de las bicicletas. Esperemos que nuestros políticos no tomen nota de ninguno de estos insólitos y llamativos impuestos”.