Los Incas

Por Joaquintoledo

El origen real, investigado por personalidades expertas como el historiador peruano Valdemar Espinoza, nos demuestra que en el valle del Cusco existían ya muchas otras etnias antes que los incas. Podemos citar a los guayas, antasayas, poques, lares, etc. Al parecer, los Incas llegaron a Cusco desde la zona sureste, empujando a las numerosas etnias que hallaron en su camino. La ubicación estratégica del Cusco, así como las posibilidades de desarrollar una economía fuerte los incentivó a quedarse allí. Las etnias antes de ellos fueron sometidas e incorporadas mediante alianzas matrimoniales o la fuerza.

Ahora bien, según los relatos, existieron un determinado número de reyes cusqueños incas. Los primeros fueron aquellos que lucharon por establecerse permanentemente: Manco Capac y Sinchi, considerados los Incas legendarios en los tiempos iniciales del asentamiento en el Cusco. Luego vino el período de las confederaciones en la cual los reyes Inca cobran importancia sobre sus homólogos de otras etnias cercanas, expandiéndose por el Cusco a costa de estos. Aquí los reyes más importantes son los incas Lloque Yupanqui, Mayta Capac, Capac Yupanqui e Inca Roca. Como es visible, este último fue el primero en llamarse a sí mismo “Inca”.

El siguiente soberano es más importante aún, se trata de Yahuar Huaca o Huiracocha. Tomó el nombre de uno de los dioses más importantes de su etnia, pues alegó haber tenido un sueño en el que la divinidad lo ensalzaba. Sin embargo, todo en su gobierno fue frustrante, y tal parece ser que más bien el dios le advirtió que su régimen no duraría mucho. En efecto, los Incas fueron derrotados por una belicosa y bien establecida etnia, los chancas, quienes les ocasionaron más de un dolor de cabeza a los cusqueños. Huiracocha huye y los chancas entran en Cusco luego de que el rey inca entregase la ciudad rindiéndola.

Pero obviamente la historia no podía terminar allí. Al igual que Roma, los incas aún no habían cosechado su última acción cuando todo se creía perdido. Si bien el Inca Huiracocha había huido de Cusco con toda su familia, quedó uno de sus hijos a hacer frente a los chancas, se llamaba Cusi Yupanqui, conocido más tarde como Pachacutec.

Organizando la resistencia inca, este rey consigue expulsar a los molestos invasores y todos sus aliados, fortaleciendo la presencia Inca en Cusco de modo definitivo y exterminando a la élite guerrera chanca. De ahí en más este pueblo fue adherido como nación vasalla a los Incas. Así, entonces, Pachatutec instaura el Imperio del Tahuantinsuyo, el que no dejaría de expandirse rápidamente hasta la llegada de los invasores europeos.

Su sucesor fue Tupac Yupanqui, quien conquistó a las naciones Chincha, Huanca y Chimú. El imperio llegó al sur hasta el margen del río Maule, en el actual Chile donde luego de batallar hasta el hartazgo, los Incas fueron detenidos por los nativos de dichos lares. Sería el límite del imperio por algún tiempo. El sucesor de Tupac Yupanqui sería Huayna Capac, llamado el Consolidador, pues con él se estableció la máxima expansión del imperio Inca, adhiriendo regiones en el norte. Derrotó a los Chachapoyas y anexó el golfo de Guayaquil.

Llegó hasta la zona actual del Ecuador, abarcando casi ¾ partes de este país y al río Ancasmayo en la actual Colombia. Antes de morir en 1525, fundó Tumipampa en el territorio ecuatoriano. Se rumorea que murió de sarampión o viruela y fue el primero en escuchar acerca de la llegada de los invasores europeos. A pesar de su gloria en vida, Huayna Capac condenó ese mismo imperio que tanto le había costado consolidar con sus últimas decisiones.

Resulta que sus primeros dos hijos murieron, uno de viruela y el otro asesinado, por lo que el trono cayó en los considerados “ilegítimos” o que al menos no eran las prioridades en las líneas de sucesión. Esos favoritos se llamaban Huáscar y Atahualpa. Como la ciudad de Quito y la zona del Ecuador se habían convertido en un lugar de extrema belleza y lujuria, muchos rumoreaban que esta nueva urbe competía ya con Cusco generando preocupación en la élite sacerdotal que habitaba en la capital tradicional del Imperio,la que no quería verse desplazada en sus prerrogativas.

Ahora bien, en un testamento oral de último momento, Huayna Capac nombró a Atahualpa como heredero de los territorios del norte; mientras que Huáscar debía quedarse con la zona sur, la cual comprendía desde la actual Tumbes hasta el río Maule. Obviamente, ambos hermanos tuvieron serios problemas para conciliar sus pretensiones y tanto uno como otro deseaban todo el imperio para sí. Como era de esperarse estalló la guerra civil, en vísperas de la llegada de los europeos.

La derrota del Imperio Inca

Pasaron varios meses de luchas y Atahualpa pareció ganar la guerra. Capturó a Huáscar y marchó a Cajamarca para ser coronado. Sin embargo, los invasores europeos castellanos ya habían ingresado a territorio imperial. Se encuentran con Atahualpa y se le detiene luego de que se le lea el Requerimiento y el Inca lo ignore. Algo esperado si debemos tener en cuenta que los Incas no conocían la escritura en ninguna de las formas tradicionales occidentales ¿Qué era este Requerimiento? pues sencillamente el reconocimiento del dios judeo-cristiano. Ante el choque de culturas, los españoles se dan cuenta que tienen la ventaja, capturan al Inca y lo hacen prisionero.

Atahualpa empieza a organizar en secreto a sus ejércitos para acabar con Huáscar, sus seguidores y todos los españoles. Al ser descubierto, Atahualpa pide ser rescatado, llenando dos habitaciones una de oro y otra de plata hasta donde alcanzase su brazo levantado. Los europeos aceptaron pero engañaron al Inca, pues no cumplieron su promesa y lo condenaron a muerte por haber asesinado a su hermano Huáscar, por idolatría, incesto, poligamia y otras acusaciones. Pero en una última acción considerada, se le da la alternativa de no morir quemado, sino ahorcado, si es que se bautizaba.

Atahualpa accedió y al morir se acaba la dinastía de los Incas clásicos. Los que vinieron después fueron nombrados por los españoles, por lo que no son considerados reyes reales del Imperio que cayó en la anarquía tras la muerte de los dos hermanos. Los Incas de Vilcabamba tampoco entran en la clasificación de tradicionales, pues no gobernaron Cusco, y su poder nunca se extendió más allá. Así fue como cayó el Imperio Inca, ante un puñado de europeos invasores, dando inicio a un dominio de casi cuatro siglos.

Algunos detalles para conocer un poco más la civilización Inca

Los incas tenían una sociedad bien estructurada, pero era clasista, esclavista, autocrática y basada en una economía semi-feudal. Eran politeístas y alababan sobre todo al Dios sol, su máxima divinidad, creadora de todo lo que les rodeaba y fuente de vida. Eran panteístas y dedicaban sacrificios en honor a sus dioses. El Inti (el sol), tenía una fiesta especialmente dedicada a él, llamada Inti Raymi. Entre los restos arquitectónicos más impresionantes podemos contar el de corte religiosa Macchu Picchu, el de tipo militar como Ollantaytambo o Sacsayhuaman; y el de tipo civil como Tambo Colorado y Tumipampa (este último en Ecuador). Finalmente, es importante señalar que los Incas no conocieron la escritura en gráficos plasmados sobre alguna superficie; empero los quipus, especie de cordones que se cree fueron creados para llevar la contabilidad del imperio, aún no son descifrados del todo y se estima que puede tratarse de algún tipo de escritura.