Revista Opinión

Los independentistas saltan al vacío. Nada que ver con Escocia

Publicado el 30 octubre 2015 por Manuhermon @manuhermon
Viene a cuento el texto que publiqué a finales de 2013. Acuerdo sobre Escocia, e interpretaciones 
Dice la prensa: ‘’El primer ministro británico Cameron y el ministro principal de Escocia Salmond firman un acuerdo histórico que autoriza la celebración del referendo sobre la independencia escocesa.’’ Noticia que celebran los independentistas, como es normal, pero ya no tanto si lo hacen otros individuos auto posicionados en las izquierdas, con frase representativa de cierta postura colectiva ‘’Joder, qué envidia. Aquí sigue funcionando la "Una, grande y libre" y la larga sombra de los Reyes Católicos. ’’ Dos precisiones, una los acuerdos llegan por sometimiento a las leyes existentes, no de forma unilateral, y dos, Reino Unido es de los pocos países del mundo que no tiene constitución, lo cual le dota de ciertas particularidades al constituirse como estado por unión, al igual que Canadá, en los que de forma extremadamente rara no contienen un principio constitucional como la integridad territorial, o la inversa, la negación del derecho de secesión.
Como en muchas otras ocasiones lo emocional vence sobre lo racional, las vísceras sobre el cerebro. Siempre será motivo de celebración un acuerdo negociado entre partes. Sin ahondar demasiado, lo destacable, es que el referéndum se celebrará cómo y cuando han acordado ambos. Dicho de otra forma, si no hubiera aceptado el Jefe del Gobierno del Reino Unido, en cuyas manos estaba la llave, no habría noticia, lo cual refleja una legalidad bastante similar a la española. Por otro lado Cameron lo quiere y de prisa, porque las encuestas dan clarísimo vencedor por mucho a su postura inclusiva, o perdedor al independentismo.
El caso escocés no parece ser el mismo, aunque todas las situaciones tienen similitudes si uno se apunta a las ventajas, y tienen diferencias, si se buscan. El Reino de Escocia existió, tuvo vida propia desde el 843 hasta 1707, cuando firmó el Acta de Unión con el Reino de la Gran Bretaña, al que posteriormente se une Irlanda en 1800, para formar ya el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda –posteriormente se quitó lo de Irlanda- Reino que tiene un solo Jefe de Estado para todos los reinos personificado en la monarquía Inglesa, la reina Isabel, para Gales, Irlanda, Escocia e Inglaterra. Existe un Parlamento y Gobierno para el Reino Unido, asentado en Londres, con atribuciones genéricas sobre impuestos, seguridad social, ejército, política exterior… diría que atribuciones similares al español y un Parlamento escocés con cierto gobierno, limitado, no creo que superior a Cataluña y Euskadi, fue creado en 1997 con una ley de descentralización sancionada en el Parlamento del Reino Unido, que conserva gran cantidad de atribuciones, como el poder de reformar y abolir el sistema de gobierno escocés. Parecido legalmente al caso español.
Como en todas las sociedades, en todas las épocas, -no solo en España han existido tensiones entre territorios como parecen sugerir algunos- aquí y allí en todos los países se producen tensiones, Europa ha sido un cúmulo de guerras y conflictos durante cientos de años, siempre hubo grupos de personas con diferentes intereses e ideas. En Escocia surge el independentismo en el XIX, al calor de la configuración de las ciudadanías y los estados nacionales modernos nacientes en todas partes en el XVIII y XIX. El Partido Nacional de Escocia, SNP, que defiende la independencia, ganó la mayoría absoluta en 2011 en el Parlamento Escocés. En el Parlament hasta ahora nunca hubo mayoría, ni relativa ni absoluta del independentismo, -aunque se constata un amplio sentimiento en la calle, crecido últimamente, no cuantificable con precisión en votos-. Cataluña nunca fue un reino, en un momento histórico lo fue el de Aragón que comprendía a Cataluña, Baleares, Valencia…
Por lo dicho anteriormente, no veo que siga funcionando aquí el franquismo –eso quiere decir la expresión ‘Una grande y libre’- ni observo enormes diferencias a favor del Reino Unido como para sentir envidia y maldecir el ‘españolismo miserable’, que quiero suponer son la Constitución, Gobiernos, otros partidos constitucionales, pueblo español,… No conviene contraponer un país imperial, rico, una de las cunas de la revolución burguesa, democracia antigua, con poso y tradiciones, contraponerlo a un país pobre, democracia nueva, y sin ninguna revolución en cientos de años. Pero tampoco olvidar que allí sigue existiendo la Cámara de los Lores –tradicionalmente la Iglesia y nobleza con 733 individuos y 646 los Comunes representantes territoriales- lores que no se eligen por sufragio universal, sino por la Iglesia un pequeño grupo, y la mayoría por la Reina, con derecho vitalicio y unos pocos siguen siendo hereditarios.
El Reino Unido de la Gran Bretaña no tiene Constitución, un documento único de derechos y obligaciones, que haya podido refrendar un porcentaje de la ciudadanía actual, ni la generación anterior… sino 3 cuerpos de leyes históricas, Inglaterra con Gales, Irlanda y Escocia, en la práctica, gobernadas por las leyes emanadas del Parlamento del Reino Unido. Cuyas leyes históricas se remontan a sus revoluciones constitutivas, la primera en 1640, con Cromwell que muere en 1658, se proclama la primera y única república inglesa. Tras la restauración de los Estuardo, se produce la segunda, en 1688 proclaman los conservadores y progresistas del momento a Guillermo de Orange, exigiendo que otorgara las Cartas de derechos civiles y el Acta de tolerancia religiosa.
Que la nación moderna, 'propiedad' de ciudadanos y no de familias monárquicas, imperiales descendientes de Dios, sea producto de los cambios alumbrados por la Ilustración, no excluye la historia común anterior y posterior, la existencia de comunidades en territorios que funcionaran juntos, tal como naciones con proyectos y experiencias comunes, si bien identificados sus intereses territoriales con los de las monarquías que los gobernaban. En el caso que nos ocupa, se unen la monarquía inglesa y escocesa en 1603 poniendo en el trono al primer Estuardo, lo cual tampoco es muy diferente de lo que ocurría en otros territorios europeos, incluida España. Pensar que somos un caso excepcional porque la nación española moderna se configura en los albores del XIX, -como todas- es engañarse si se utiliza políticamente para despreciar la historia anterior, olvidando al resto del planeta con parecidos pasos. 
La democracia española encarnada en la Constitución no reconoce el derecho de autodeterminación de los pueblos que la forman.  Asamblea Nacional Catalana 
Ninguna constitución mundial reconoce el derecho a la autodeterminación, en la de la URSS se reconocía, pero la represión entra en Hungría, Praga, Polonia… para evitar su ejercicio que se pone en práctica tras su derrumbamiento. Apuesten doble contra sencillo que la futura constitución catalana no contemplará ese derecho, por ejemplo para que lo ejercitara Barcelona, o Tarragona…
El referéndum debe ser oficial, por lo tanto primero hay que romper el marco constitucional español con la proclamación parlamentaria. En referéndum posterior a la comunidad internacional recomienda un mínimo del 50% de participación con un 55 % mínimo de votos afirmativos.  Asamblea Nacional Catalana. Razón 16 
Interpretación:-El 55% de voto afirmativo sobre participación del 50%, representa un 27,5% de población- Con solo un 27,5 % de apoyos del cuerpo electoral se declara la independencia, según criterios de Forcadell y los independentistas. Ninguna comunidad internacional recomienda eso, es mentira, precisamente, las referencias internacionales de los que aceptan este tipo de situaciones, que son relativamente muy pocos, siempre aconsejan que de efectuarse, caso canadiense, sean tomadas decisiones por muy amplias mayorías, nunca admiten que una minoría de población pueda obtener la independencia.


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