Hoy hemos sabido que el proyecto del almacén de gas submarino Castor queda definitivamente suspendido. El Ministerio de Energía ya contaba con el informe del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y el Instituto Geográfico Nacional (IGN) pero decidió encargar un tercer informe a un prestigioso instituto estadounidense, el Massachusetts Institute of Technology, y que ha sido el que ha llevado a abandonar definitivamente el proyecto. Siendo mal pensado uno podría pensar que igual buscaron con ello encontrar un informe propicio a sus intereses, pero por fortuna no ha ocurrido.
Todos recordamos el famoso proyecto Castor, el almacén submarino de gas frente a la costa de Vinaroz, que hace cuatro años quedó suspendido tras producirse diversos movimientos sísmicos en la zona achacables a los trabajos de adaptación del antiguo pozo petrolífero donde se ubica y sobre todo por el inyectado de gas. La paralización del proyecto llevó a nuestro bien amado gobierno a indemnizar con 1.350 millones de euros a la promotora Escal UGS, en manos mayoritariamente del grupo ACS, del todo poderoso Florentino Pérez. Una cantidad que a algunos se nos antoja desorbitada pero que según otras fuentes (como así recogió el diario La Vanguardia en su edición del 11/01/2017) esa cifra habría ascendido a 1.760 millones de euros, los cuales pagaremos todos los usuarios durante los próximos 30 años.
Otras fuentes han apuntado que con la noticia hecha pública hoy por el Ministro de Energía, Álvaro Nadal, tendremos que hacernos a la idea de que cuando se proceda a su desmantelamiento deberemos asumir el pago de otros 300 millones de euros.
Según la OCU, la Organización de Consumidores y Usuarios, el coste total de la fallida construcción del almacén submarino Castor podría acabar costándonos, incluyendo la operación financiera y los correspondientes intereses que podrían crecer a medida que se agota el tiempo de amortización, 4.700 millones largos de euros.
MSNoferini