Los ingleses y su dichosa small talk

Por Alba Alba Jiménez Romero @fromSpaintoUK

Hay una cosa superbritánica con la que todos los expats tenemos que lidiar diariamente, y que se hace especialmente extraña para los recién llegados a UK: la small talk.

Small talk es un tipo de conversación cordial sobre asuntos de baja importancia y cero controversia que se da, principalmente, en situaciones sociales “forzadas”.  Por supuesto, en España también existe este tipo de conversación, comunmente conocida como “charla de ascensor” pero, si vivís aquí, seguramente habréis notado como la small talk se lleva al extremo en la cultura británica, especialmente en el lugar de trabajo.

Pongamos un ejemplo:

Vas a la cocina de tu oficina a hacerte un café el lunes por la mañana. Llega un compañero inglés al que apenas conoces y con el que no trabajas directamente a hacerse un té  y, al entrar a la cocina, te dice algo como: “How is it going?” En esta situación ¿tú qué haces?

  1. Le respondes con un simple “Hey” y sonríes mientras levantas la cabeza como para saludarle. Al fin y al cabo no espera un respuesta real.
  2. Respondes, vagamente, con el clásico British por excelencia “Not too bad” y empiezas a hablar de lo mucho que ha llovido esa semana.
  3. Le respondes que todo va bien y le preguntas qué tal le va todo a él y qué tal le fue el fin de semana, pues, hey ¿quién quiere aguantar un awkward silence durante 2 minutos?

Y es que este es precisamente el objetivo de la small talkevitar silencios incómodos que, además, en Inglaterra se consideran algo bastante rude, por lo que la alternativa polite es hacer un poco de small talk.

¿Cómo lidiáis con la small talk? ¿Tenéis algún tema recurrente que os saca de apuros a menudo, como por ejemplo el tiempo? ¿Ha habido alguna situación incómoda en la que no hayáis sabido tirar de small talk correctamente?

A mí, sin ir más lejos, me pasó el otro día con un compañero de otra planta. Nos encontramos en el ascensor en la planta baja (13 plantas por subir) y, al momento, me preguntó si el problema con la calefacción en mi planta ya se había arreglado, respondí que sí, que ya no hacía tanto calor y que parecía ser un problema de cada lunes. Intenté estirar el tema para que diera para rato pero no tenía mucho más que decir al respecto… Tras eso, unos segundo en silencio mientras seguíamos mirándonos fijamente, y yo, que odio este tipo de situaciones como buen persona introvertida que soy,  no sé qué balbuceo sin sentido solté para evitar la incomodidad (eso no era ni inglés, ni español, ni na’); el pobre sonrió sin entender qué estaba pasando hasta que, finalmente, el ascensor se abrió en su planta, nos despedimos y respiré tranquila, liberándome de la dichosa small talk.

¿Os habéis encontrado en situaciones parecidas en las que vuestras dotes de small talker han brillado por su ausencia? ¡Esperamos vuestros comentarios!