No tienen bastante con anunciar el peor año nuevo, advierten que no cuentan con nosotros para sus planes, sus reformas, pero nos animan a arrimar el hombro en el mercado negro, en el suyo, es lo que hay. Momento muy adecuado, por cierto, para que el expresidente, adalid de la presunta transición, profesor de socialismo, ingrese como intermediario en una multinacional y se apreste a vender el pescado de gas en los países hermanos, algunos de los cuales ya respiran de nuevo por la herida hispana. El otro día, en un documental sobre el Festival Viña del Mar, apuntaron que los rencores hacia la madre patria laten con fuerza en Brasil, Perú y Chile, precisamente donde han posado sus garras esas multinacionales con ansias de reconquista financiera. Sus armas, las mismas de siempre: aliviar las plantillas, recortar gastos por abajo, practicar la oligarquía y hacer enemigos.
No tienen bastante con anunciar el peor año nuevo, advierten que no cuentan con nosotros para sus planes, sus reformas, pero nos animan a arrimar el hombro en el mercado negro, en el suyo, es lo que hay. Momento muy adecuado, por cierto, para que el expresidente, adalid de la presunta transición, profesor de socialismo, ingrese como intermediario en una multinacional y se apreste a vender el pescado de gas en los países hermanos, algunos de los cuales ya respiran de nuevo por la herida hispana. El otro día, en un documental sobre el Festival Viña del Mar, apuntaron que los rencores hacia la madre patria laten con fuerza en Brasil, Perú y Chile, precisamente donde han posado sus garras esas multinacionales con ansias de reconquista financiera. Sus armas, las mismas de siempre: aliviar las plantillas, recortar gastos por abajo, practicar la oligarquía y hacer enemigos.