Se trata de un medio simple, conveniente y efectivo.
La primera campaña de email marketing fue desarrollada en 1978, tan solo siete años después de que fuera enviado el primer correo electrónico.
El autor fue Gary Thuerk, mejor conocido como el padre del spam. En ese momento trabajaba como director de marketing en Digital Equipment Corp., empresa especializada en vender equipo de cómputo.
La acción que realizó consistió en enviar un correo promocional sobre su empresa a 400 personas. Con los números actuales tal vez parezca un número pequeño pero en esa época era una gran cantidad de correos.
Los resultados fueron sorprendentes, los 400 correos electrónicos enviados se materializaron en $13 millones de dólares en ventas para su empresa, en ese momento se sentaban las bases de lo que sería uno de los canales de marketing más efectivos de la historia.
La tendencia no vino sola, también se inició una de las actividades más molestas para el usuario digital, el spam, que consiste en el envío masivo de mensajes no solicitados.
A medida que se populariza el servicio de correo electrónico, los profesionales dedicados a la promoción encuentran una manera efectiva de acercarse a los consumidores.
Claro, con el paso de las décadas tenía que llegar un punto de saturación.
Y es que a medida que personas y empresas lo han adoptado como uno de los medios de comunicación por excelencia, los usuarios se encuentran con bandejas que reciben decenas o cientos de mensajes al día.
Muchos de esos mensajes provienen de servicios en los que te diste de alta pero con los que el nivel de interacción ha sido mínima por lo cual dejan de ser relevantes.
Tu dirección de correo electrónico se ha convertido en un elemento valioso para los anunciantes, ellos saben perfectamente como utilizarlos y por supuesto lo explotan al máximo.
En el mundo del marketing existe una frase que afirma:
El dinero está en la lista.
¿Y adivina quién ayuda a crear esa lista?
…
Pues sí… Tú!
La clave que en cualquier caso garantiza el éxito para todas las partes involucradas consiste en llegar a la audiencia correcta, a través de información relevante, en el momento correcto y por supuesto, que ayude a resolver un problema o satisfacer una necesidad.
Aunque en la actualidad existe otro elemento que vale la pena tomar en cuenta y que en cierta forma lo favorece: el intervalo de atención de las personas.
En el año 2000 el intervalo de atención promedio de una persona era de 12 segundos, ahora y según un reporte de Microsoft ese lapso ha caído a sólo 8 segundos, levemente menor que el de un pez Goldfish el cual se calcula en 9 segundos.
¿Las razones? Por un lado la saturación de contenido, por el otro el incremento en el uso de dispositivos electrónicos.
Pero hay un dato que parece favorecer al correo electrónico.
Según un reporte de Litmus el tiempo promedio que pasa una persona leyendo un email se ha incrementado en un 7% en los últimos seis años.
En el 2011 el tiempo era de 10.4 segundos, en el 2016 se aumentó a 11.1 segundos.
Es decir, los usuarios no sólo abren el mensaje, no sólo lo escanean, realmente lo leen.
Los datos quedan plasmados en la siguiente infografía:
Más información después de la imagen
También tuviste acceso a consejos para incrementar el intervalo de atención en tus mensajes de correo electrónico.
La oportunidad luce más atractiva sobre todo si se compara con el declive en la efectividad de elementos como los banners publicitarios a causa de los bloqueadores de anuncios o del alcance orgánico de la información en especial en redes sociales.
Los resultados positivos de los mensajes de email no suceden por arte de magia, requieren realizar un correcto análisis del desempeño y la fijación de métricas útiles aplicado a cada uno de ellos así como el seguimiento continuo.
Dale significado a tus ofertas, identifica el coste de una campaña de email marketing y saca provecho de tu inversión.
Los números están de tu lado y, un medio que ha demostrado ser eficaz a lo largo de 40 años, seguro merece un poco de tu atención.