Si, también hubo irlandeses que partieron desde España como participantes de nuestra Armada Invencible.
Ya desde 1580, bajo la presión protestante del dominio inglés de la Isla, se empezó a producir un exilio por cuestiones religiosas que provocó la salida de al menos 120.000 irlandeses rumbo a España.
Esta persecución motivó que ya en 1590 (solo dos años después de los episodios de la Gran Armada) se fundase el Seminario Irlandés de Valladolid al que siguieron los de Salamanca, Santiago, Sevilla, Alcalá y Madrid con el objeto de formar a sacerdotes de esa nacionalidad ante la imposibilidad de hacerlo en su país de origen.
Algunos de esos irlandeses exiliados formaron parte de la Gran Armada al querer también combatir el protestantismo, llevado a la fuerza por los ingleses a Irlanda, y radicado en esos momentos en su país.
Así, encontramos pruebas documentales en una carta que Felipe II manda al Duque de Medina Sidonia el 7 de marzo de 1588 y de la que reproducimos un extracto a continuación. Silencio, habla el Rey.
"Duque de Medina Sidonia, primo, mi Capitán General del Mar Océano y de la Costa de Andalucía. Tomás Vitris, clérigo, y Roberto Daniel son caballeros irlandeses y sobrinos del obispo de Oresensi a quien yo estimo mucho por su gran religión. Ha algunos años por la persecución de los luteranos, según se me ha hecho relación, dejaron su natural y ahora quieren hallarse en la jornada que habéis de hacer con esa armada; y porque para que lo puedan hacer y servir con más comodidad he servido de que tengan entretenimiento en esa dicha armada, a cada, diez escudos de a diez reales cada uno al mes (...) que esa es mi voluntad. Yo el Rey".Seguro que no fueron los únicos irlandeses en la Armada Invencible. Irlandeses que decidieron alistarse en la Empresa de Inglaterra para regresar a su país y, a su vez, ayudar a poner fin al yugo inglés de su querida Irlanda.
Si ya estuvimos relacionados con Irlanda desde los principios de la navegación, los sucesos del siglo XVI y posteriores, hicieron de estos dos países un símbolo de hermandad que se mantiene hasta hoy en día.