Los jardines de Aranjuez

Por Viajaelmundo @viajaelmundo

No es coincidencia caminar por Aranjuez dos días antes de la llegada de la Primavera. Los jardínes son como el patio de una casa pequeña, en la que todos parecen conocerse y toman un café a orillas de las calle. Sus fachadas son viejas, pero matizadas con el aire moderno de alguna tienda de moda.

A 40 km de Madrid, el camino es de 45 minutos desde la estación de tren de Atocha. Aranjuez está escoltada por los ríos Tajo y Jarama y después de un camino de árboles, el Palacio da la bienvenida al resto de la casa

Caminar por Aranjuez, es caminar por sus jardines, sin prisa alguna. El de Parterre, lleno de flores; el de la Isla con sus esculturas y los Jardines del Príncipe, el más grande, el laberinto, el lleno de sorpresas. Atravesarlo es tropezarse con árboles altos, flores, fuentes, patos, cisnes, pavos reales que van por ahí caminando al mismo ritmo. Silencio por todos lados, a excepción del canto de las aves, que son muchas.

En los Jardínes del Príncipe hay que buscar la Casa del Labrador y el Museo de Falúas. Sólo hay que seguir los carteles, aunque en ocasiones llevan a direcciones equivocadas. O sólo era yo que caminaba en dirección contraria