Tras la remodelación, los Jardines de Cristina se han convertido en un jardín poético, un jardín que homenajea a la Generación del 27. Las calles del espacio ajardinado reciben los nombres de los poetas de esta generación y repartidas por todos los parterres aparecen grandes rocas inscritas con los poemas de Pedro Salinas, Rafael Alberti, Federico García Lorca, Dámaso Alonso, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre, Manuel Altolaguirre, Emilio Prados, Jorge Guillén, Miguel Hernández y Joaquín Romero Murube.
Aquel año de 1927, mientras la ciudad se transformaba día a día organizando la Exposición Iberoamericana, un acontecimiento festivo, al que los protagonistas no otorgaban más transcendencia, quedaría grabado en la historia de nuestra ciudad. El 16 de diciembre de aquel año se cumplía el tricentenario de la muerte del olvidado poeta cordobés Luis de Góngora. Por tal motivo, el Ateneo de Sevilla, con los recursos económicos del torero Ignacio Sánchez Mejías, invita a una serie de jóvenes poetas para que lean sus versos y, de este modo, recuerden a Góngora. Acuden Gerardo Diego, Jorge Guillén, Salinas, Dámaso Alonso, Lorca y Alberti, entre otros.
Los poetas han venido a recitar sus versos, y a vivir la ciudad en un aire de libertad. El acto organizado por el Ateneo fue todo un éxito. Lorca, Federico, desencadenó desbordadas pasiones al recitar algunos de sus inéditos romances. Sobre él llovían pañuelos y chaquetas. El triunfo, la apoteosis.
Hoy los jardines rinden homenaje a aquella Generación.
La fuente, hecha con sillares de mármol de Macael e interior de pizarra verde, tiene esculpidas poesías en sus laterales. En lo alto irá la escultura de bronce de la musa de la poesía leyendo un libro, una obra de Sergio Portela.
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