En la mitología nórdica, los jötnar(1) eran la raza que habitaba Jötunheimr, reino enfrentado a los æsir(2) de Asgard. Popularmente se denominan como gigantes y dioses, enfrentados hasta el Ragnarök, pero esta traducción es problemática. No solo enmascara que había gigantes entre los dioses, sino que el término "gigante" engloba tanto al jötunn como al trol, al risi(3) y al þurs(3). Aunque estos términos se llegan a sinonimizar entre sí, hacerlo conlleva problemas de congruencia en los textos.
El origen de los jötnar se presenta en el Gylfaginning. Cuenta que en Ginnungagap, el vacío primordial donde confluían la escarcha de Nilfheimr y las chispas ardientes de Muspelheimr, surgió Ymir como producto de la interacción de esos dos reinos. Cuando dormía, del sudor de su axila izquierda nació una pareja y una de sus piernas engendró un hijo con la otra, de quien vienen los gigantes de la escarcha.
Mientras Ymir se alimentaba de la leche de su vaca Auðhumla, esta lamía la salada escarcha de las rocas. De estas surgió tres días después Búri, que era bello y poderoso. Búri engendró a Bor, quien se casó con Bestla, hija del gigante Bolthorn. Ellos serían los padres de Óðinn, Vili y Vé, quienes acabarían con Ymir y construirían el mundo con su cuerpo. Su carne sería la tierra, que sería personificada por Jörð, la madre de Thor; su sangre el océano, que ahogaría a sus hijos, salvo a Bergelmir y su esposa que se salvaron en su lûôr; sus huesos formarían las colinas; el pelo, los árboles; su cerebro flotaría como las nubes; el cráneo contendría el cielo y sus cejas crearían el reino de Miðgarðr.
En este comienzo se vislumbran las claves de la relación entre jötnar y æsir. Para empezar, los jötnar deben procrear mediante el incesto o por medios extraordinarios y nacen con múltiples cabezas. En contraste, los æsir pueden reproducirse con miembros ajenos a su grupo. De hecho es habitual que los dioses se casen con gygjar, pero no al revés, ya que poseen mayores derechos al situarse en una jerarquía superior.
A diferencia de Miðgarðr y Ásgarðr, que se refieren a los recintos central y divino donde viven los humanos y los dioses, respectivamente, Jötunheimr se refiere a las tierras de los gigantes, indicando posiblemente múltiples localizaciones periféricas. Posteriormente se usó el término Útgarðr para referirse al recinto exterior.
Los jötnar, troles, risar y þursar se suelen traducir con el término "gigantes", pero tienen particularidades que los diferencian, aunque a veces su uso en los textos originales puede ser intercambiable.
Etimologías y principales diferencias
El término jötunn provendría del protogermánico *etuna, "glotón, come-hombres" si se asume que proviene de la raíz protoindoeuropea*ed-, "comer". Esta asociación está presente en las fuentes islandesas y en nórdico antiguo, donde no solo su tamaño es enorme, sino también su apetito, acumulando codiciosamente consumibles como el hidromiel de Suttungr o relacionados con el acto de comer, como el caldero mágico de Hymir. El jötunn Hræsvelgr significa "devorador de cadáveres". Además el jötunn Ægir, rey de los mares, es el anfitrión de varios banquetes de los æsir.
En contraste, la palabra risi tendría un sentido más neutral, pues provendría del protogermánico *wrisan, que derivaría de la raíz protoindoeuropea *uer-, que significaría "altura". Su aparición más antigua es en la estrofa 14 del poema escáldico Þórsdrápa de Eilífr Goðrúnarson, en el kenning "esposas de risar", refiriéndose a las gygjar Gjálp y Greip, hijas de Geirröðr. El término risi aparece posteriormente en el Grottasǫngr del Codex Regius y en el Codex Trajectinus, refiriéndose a Fenja, Menja y su raza. Incluso aparecen como bergrisi (berg: "montaña") en cuatro ocasiones, pero esta es una composición tardía sin base mitológica. En las Eddas de Snorri Sturluson, los risar aparecen tan solo en el prólogo, cuando Þórr (Thor evemerizado) los destruye al dejar Troya.
Las diferencias con el trol y el þurs son más difusas. El trol, escrito tröll, provendría del protogermánico *truzlą, significando "ser sobrenatural, demonio, monstruo, gigante", aunque se asocia con los encantamientos y los engaños. El þurs, por su parte, proviene del protogermánico *þursaz, que deriva del protoindoeuropeo*tur- ("rotar, girar, rodar, mover"). Se incluye en hrímþursar y eldthursar, también llamados eldjötnar, siendo los gigantes de escarcha y de fuego, respectivamente. Además de gigante, suele traducirse como ogro o monstruo. En el conjuro rúnico de Canterbury y el amuleto de Sigtuna la enfermerdad es referida como þurs, pero esta relación no está atestiguada en el nórdico antiguo. Generalmente son malvados, salvo Þórir del capítulo 61 de Grettis saga, que es un híbrido de þurs y humano. En el Skírnismál, el dios Freyr se sienta en el trono de Odín y divisa a una bella gýgr llamada Gerðr. Entonces manda a su criado Skírnir con su caballo y su espada mágica. Aunque al principio intenta en su nombre con regalos, ante su fracaso, procede a amenazarla. Finalmente, Gerðr accede a amar a Freyr. En esas amenazas, Skírnir menciona el nombre del þurs como maldición, indicando la transgresión ante la voluntad divina.
Naturaleza monstruosa y caótica
La naturaleza de los jötnar puede extraerse de su uso. En las Eddas y en el Codex Regius, los jötnar son una amenaza para los æsir, pues intentan tomar sus mujeres, robar sus objetos más poderosos y enfrentarse a ellos en competiciones físicas y verbales. En un fragmento del Skáldskaparmál, que posiblemente date del siglo IX y donde discuten Bragi Boddason y una trol, se enumera a los jötnar, troles y völur como devoradores de la Luna y el cosmos, relacionándolos con las fuerzas del caos. Un ejemplo de esta naturaleza caótica es Loki, hijo de un jötunn y una ásynja que produce una estirpe monstruosa y se enfrenta a los æsir en el ragnarök.
De igual manera que varios términos con distinto significado son referidos como "gigantes", las traducciones al nórdico antiguo o islandés usaban jötunn o jötnar para referirse a adversarios o seres malignos. En el evangelio de Nicodemo ( Niðrstigningar saga), jötunn se aplica a Satán debido a su naturaleza negativa y su oposición a los æsir. En Alexandreis ( Alexanders saga) de Gautier de Châtillon, durante la Gigantomaquia, Tifón es descrito como jötunn. En la Visión de Tundal ( Duggals leizla), hay jötnar en el infierno. Tanto en Bevis de Hampton ( Bevers saga), como en Yvain, el caballero león ( Ívens saga) y Erec et Enide ( Erex saga) de Chrétien de Troyes se mencionan a jötnar como monstruos que se oponen a los humanos.
Los jötnar también están relacionados con la naturaleza. No solo el mundo se forma a partir del cuerpo de uno, sino que la madre de Thor, Jörð, es la personificación de la tierra; Gjálp orina sobre un río y Thor ve como aumenta su caudal; Hræsvelgr tiene forma de enorme águila que bate las alas para formar vientos en el norte del cielo; Ægir y su esposa Rán personifican el mar y sus peligros, denominándose sjórisar ("risar del mar") o sækonungar ("gobernantes del mar") y Skaði está ligada al invierno y las montañas. Cuando castigan a Loki, Skaði es quien le coloca una serpiente que le gotea veneno, haciendo que se retuerza de dolor y provoque terremotos.
Algo más que tamaño
Al traducirse como gigantes podría pensarse que este es un rasgo constante. Ymir o Útgarða-Loki, quien además tenía rasgos de trol, son ejemplos de ello. Aún así, teniendo en cuenta las sagas, solo en seis es un rasgo distintivo (4). De hecho, en Maríu saga aparecen como cíclopes. Lo que los distingue, además de su naturaleza maligna, caótica y enemistada con los dioses, es su localización, pues se sitúan relatos localizados en Escandinavia o el norte de Europa(5). En cambio, los risar se refieren a gigantes extranjeros y de otras tradiciones literarias, como el filisteo Goliat o el rey Nemrod, quien ordenó construir la torre de Babel.
Antes que enormes y horribles, los jötnar son predominantemente viejos por su condición de habitantes del mundo mítico. En las sagas se caracterizan por su apariencia monstruosa, con deformidades, cabezas o miembros supernumerarios, colmillos en el morro, falta de dientes, dedos o piel. En cambio, los risar y sus descendientes son extremadamente bellos.
Por otra parte, los jötnar en las sagas tienen una mentalidad básica, contraria a la civilización y que recurre a la violencia al mínimo impulso. Por el contrario, los risar incluso pueden casarse con mujeres humanas, algo que los jötnar solo logran mediante el secuestro. Los risar no solo se asimilan entre los hombres, sino que pueden destacar entre ellos. No obstante, tanto en Kormáks saga como en Hrólfs saga Gautrekssonar aparecen risar malvados, aunque sin ser tan básicos como los jötnar. Además, hay un pequeño número de obras donde se usan intercambiablemente los términos risar y jötnar si estos son hostiles.
Aunque la magia y el engaño es algo que caracteriza a los troles, algunos jötnar son cambiaformas, como Þjazi y Hræsvelgr, que adquieren la forma de un águila; los lobos Sköll y Hati, de estirpe jotunn a través de su padre Fenrir y su abuelo Loki, que se convierten en troles antes de devorar al Sol y/o la Luna, y, por supuesto, Loki, que es mestizo, y se transforma en salmón, yegua, tábano, halcón o gýgr.
A través de Odín sabemos que los jötnar atesoran conocimientos únicos. De Bölþorn, su abuelo materno, Odín aprendió un hechizo relacionado con los ahorcados. Mímir bebe del pozo homónimo situado bajo una de las raíces del fresno Yggdrasil que pasa por Jötunheimr. Como al hacerlo obtiene sabiduría, Odín acepta sacrificar su ojo para obtener el derecho a beber del manantial. Posteriormente obtendría su cabeza tras una disputa con los vanir, otro grupo de dioses, por lo que Odín usó sus poderes para preservarla y que le diera consejos. A través del Hávamál, se sugiere que Mímir es el tío materno que le enseñó nueve hechizos. Otro jötunn relacionado con Odín es Vafþrúðnir, que amenaza la reputación de Odín con su ingenio. Tal es su sabiduría que Frigg, quien conoce todos los destinos, le advierte que no debe enfrentarse a él.
Por último, cabe señalar que la condición de jötunn no es exclusiva. Es decir, Skaði era una gýgr que acudió a Asgard para vengar la muerte de su padre, pero también fue señalada como diosa del esquí. Es posible que antiguamente fuera una diosa, pero estuviera más ligada a Jötunheimr, especialmente por su relación y añoranza por las montañas. Gerðr, la esposa de Freyr, también aparece enumerada en el Skáldskaparmál como una diosa. Þorgerðr incluso es identificada tanto como diosa, gýgr y trol. Una explicación sería que los jötnar hubieran recibido culto en tiempos remotos.
- Jötunn en masculino singular, gýgr en femenino singular y gygjar en femenino plural.
- Æsir es el nombre del grupo principal de dioses, aunque también hay otros llamados Vanir. Áss es su forma en masculino singular, ásynja en femenino singular y
- Bærings saga, Ála flekks saga, Kirjalax saga, Ectors saga, Sigurðar saga þögla y Tristams saga.
- Landnámabók, Grettis saga, Jökuls þáttr Búasonar, Þorsteins þáttr bœjarmagns, Hversu Nóregr byggðisk, Gautreks saga, Gríms saga loðinkinna, Hálfdanar saga brönufóstra, Hálfdanar saga Eysteinssonar, Ketils saga hœngs, Sörla saga sterka, Völsunga saga, Hrólfs saga Gautrekssonar, Örvar-Odds saga, Hálfdanar saga svarta y Egils saga einhenda ok Ásmundar berserkjabana
- Grant, T. (2019). A Problem of Giant Proportions. Gripla, 30, 77-106.
- Hall, A. (2009). 'Þur sarriþu þursa trutin': Monster-Fighting and Medicine in Early Medieval Scandinavia. Asclepio: revista de historia de la medicina y de la ciencia,61(1), 195-218.
- Lindow, J. (2020). Old Norse Mythology. Oxford University Press
-
Hagen, A. L. (2003). The role of the giants in Norse mythology (Doctoral dissertation, University of St Andrews).