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por Roberto Torres Collazo - Activista puertorriqueño residente en Massachussets Son muchos los jóvenes parece que se están cansando de la pobreza, mentiras, injusticias e hipocresías que hemos practicado hace tiempo los adultos y los sistemas políticos.
Están comenzando a derrumbar nuestros prejuicios y estereotipos que los clasifica de vagos, viciosos, apáticos, ignorantes, que no respetan, que sólo están todo el tiempo jugando en Internet y conversando superficialidades en las redes sociales.
Desde Egipto, Libia, Argelia, Estados Unidos hasta Puerto Rico los jóvenes están levantándose, organizando, convocando, ocupando las calles, cuestionan, gritan hasta que sus voces sean escuchadas. Un ejemplo de esto son los estudiantes de la Universidad de Puerto Rico, primer centro docente del país, que están en huelga desde el pasado 14 de Diciembre protestando contra el alza de la matrícula de $800 dólares, los recortes de programas académicos, reclamando la autonomía de la universidad, los intentos de la privatización de la educación y democratización en la toma de decisiones universitarias.
A esos reclamos, la respuesta de la Junta de Síndicos y el gobierno han sido la represión policiaca, la cárcel, la suspensión de estudiantes, acoso sexual a las estudiantes, provocaciones, el cierre de espacios públicos para la libre expresión. En una demostración pacífica los estudiantes acompañados por otros sectores sociales de líderes religiosos, empresarios, políticos, artistas asistieron a unas vistas públicas en el Capitolio, la casa de las leyes. No se les permitió su entrada y ante la insistencia a ejercer su derecho los manifestantes fueron reprimidos con gas pimienta y macanazos y ¡hasta la misma prensa fue reprimida!. Esos hechos han sido denunciados por la Unión Americana de Libertades Civiles capítulo de Puerto Rico (ACLU por sus siglas en Inglés). El estudiantado ha presentado una larga lista de propuestas donde se han realizado varios diálogos, pero han sido rechazadas tanto por la Junta de Síndicos como el gobernador Luis Fortuño.
El nuevo presidente interino de la Junta de Síndicos, el Dr. Martín Muñoz, nombrado sin consulta alguna, en remplazo de la renuncia de José Ramón de la Torre, ha declarado que el aumento de $800 dólares, eje de la discordia, es el más bajo que el de todos los Estados de Estados Unidos. El Dr. Muñoz ha olvidado deliberadamente que Puerto Rico es el Estado más pobre de todos los Estados de Estados Unidos. Los puertorriqueños que tienen suerte de encontrar o tienen un trabajo sus salarios no llegan para pagar las facturas de fin de mes, el costo de vida está por las nubes y el desempleo está a la orden del día. Deja de lado también, que muchos estudiantes están desempleados, aún así tienen que pagar libros, comida, hospedaje, transportación, ropa. Las becas federales estudiantiles no incluyen el costo de vida. El gobernador Fortuño por su parte en su reciente mensaje de Estado ignoró completamente los reclamos de los estudiantes.
El reconocido escritor uruguayo Eduardo Galeano dijo en una ocasión que los pueblos que no escuchan los reclamos de sus estudiantes corren el peligro de quedarse sin futuro. Palabras que muy bien se pueden aplicar a aquellos políticos estadounidenses que no quieren escuchar las voces de los estudiantes inmigrantes para aprobar el Dream Act, también los jóvenes fueron los primeros en protestar en Wisconsin y al gobierno de Puerto Rico. Una nueva primavera de millones de jóvenes parece estar resurgiendo desde Egipto hasta Puerto Rico sin tirar un solo tiro, están echando por el suelo nuestros prejuicios y parecen estar enviándonos el mensaje de que no están dispuestos a obedecer a ciegas lo que dictan los "más que saben”, parecen decirnos cero tolerancia a las injusticias, dictaduras, pobreza, hipocresías y mentiras. Que el mundo no puede continuar por el camino que va. Que sin justicia, jamás habrá paz en el mundo.
Fuente: adital.com.br