Los juegos del hambre(The Hunger Games, USA, 2012) drama SciFi ambientando en una futura y distópicamediatización televisiva de violenta represión, muy parecida a dictadurascontemporáneas, basada en la novela best-seller homónima de Suzanne Collins; dirigidapor Gary Ross –ya saben ese señor que nos hizo a todos tan felices con Quisieraser Grande y nos arrancó mares de lágrimas con Seabiscuit–.Protagonizada por Jennifer Lawrence como Katniss Everdeen, aquien vimos casi desnuda como Mystique en X-Men Primera Generación y quienfuese nominada a un Oscar por su actuación en Invierno Profundo. Ósea no escualquier actricilla: es hermosa y es talentosa.Los juegosdel hambre ocupa, por ahora, el tercer puesto de estrenos mástaquilleros de historia (1ro The Dark Knight, 2do Harry Potter y las Reliquiasde la Muerte. Parte 2) y cuenta con un 93% de críticas favorables. Para ser elproducto que es (los libros se leen muy fácil, son entretenidos, rudos y emotivos,pero se reconozca o no, son una colcha de retazos de un montón deobras y referentes más) ha tenido la suerte de ser gozar de una adaptacióncon clase.Ahora es que van a leer cualquier cantidad de reseñas locasque hablan hasta de la política de Estados Unidos en Los Juegos del hambre, que si les ha gustado tanto a liberales comoa conservadores que nunca se ponen de acuerdo en nada, de seguro le gustó hastael papa ahora que está muy de moda. Humm, no, este papa es idiota y se haempeñado en caerle mal a la gente seguro que tampoco le gusta.Pero en Los juegos del hambreno hay sino una cosa, una sola cosa que por ser lo que es da para lo que da:UNA IDEA SIMPLE. Bueno una buena idea compuesta de buenas ideas, empaquetada enun resultado simple y atractivo, adobado con mucha sangre. Rápido de digerir: elvillano es terrible, los oprimidos sufren mucho, el mal está claro y a la vista,y el héroe (en este caso ella) no encarna una contienda personal más allá de lapropia supervivencia, y aún así representa un símbolo de acción y victoria paramultitudes. ‘La esperanza es aún más poderosa que el miedo.’Se reconoce el mérito al guión logrando que una historia declasificación R, por su sanguinaria brutalidad violenta, pasara al cinecalificada como PG-13. Que sí hay carnicería pero nada explícito, sólo pa´ queentiendan que allí mueren 23 personas, nada más. Y sin embargo, los cambios nofueron en detrimento de la historia ni de la acción, está lo que tiene queestar. Lo cruel es cruel, lo amable es amable.Para mí todo giró en la ambientación de los dos mundos de lahistoria: los distritos y el capitolio. Ha estado magnifico el darle a losdistritos esa apariencia de campos de concentración con gente hambrienta,pobre, débil y cabizbaja; mientras el capitolio y sus habitantes son dechado delujo y color que ni el País de las Maravillas se había visto.¿Por qué ver ésta película? Porque tienes entre 14 y 16 añosy tu vida no tiene ningún sentido si no ves la película. Porque eres fan de lasaga literaria y no te da pena admitirlo aunque tengas ya ‘ticinco’. Porque LennyKravitz está papitomirey. Por puro odio, vas al cine y le haces taquilla dosveces el mismo fin de semana a Los juegosdel hambre sólo porque quieres que la saga Twilight pase ya al olvido.Dato curioso ¿Pueden creer que Jennifer Lawrence tiene 21años e interpretó a una chiquilla de 16 que en ocasiones parece tener 14?Bonus: ¿Qué tal estos carteles alternativos?