Los juegos del hambre, esa mierda

Por Enriqueherrero @Enrique_Herrero
Si esta película tuviera algo que ver con la alimentación sin duda estaríamos hablando de coprofagia, y es que aunque se podría decir de una manera más sutil, esta película es como una gran montaña de mierda.

¡Tres puntos colega!

Estamos acostumbrados a decir que esto es una mierda o aquello es una mierda, pero os voy a proponer un ejercicio: Cerrad los ojos y pensad realmente en una montaña de mierda, grande, inmensa… ¿Ya? ¿La habéis visto? Pues imaginaos estar ante ese bello paisaje casi dos horas y media.(Por suerte el cine no tienen olor, por desgracia algunas personas que van al cine sí)
He de reconocer que fui a la película esperando algo que estuviera bastante bien porque me la recomendó un amigo, o al menos eso era hasta el viernes… Pero sinceramente creo que aunque hubiera ido con muchas menos expectativas me habría sentido igual de estafado, y es que la única manera de salir con una buena sensación del cine después de haber visto este engendro es beber mucho mientras lo ves,  reprimir las ganas de ir a mear hasta que se acabe, e ir a mear a los baños del cine… Esa gran sensación de alivio y cosquilleo nadie os la podrá quitar.
Los juegos del hambre es una basura que debería durar casi una hora menos para que un buen ritmo ocultara sus múltiples carencias y se quedara así en otra película fácilmente olvidable pero que te entretiene mientras te tomas unas palomitas… Hablando de eso, si vuestra pareja os obliga a ver esta basura tenéis dos opciones, quedaros solter@s o pedir vuestras palomitas con cianuro.
PD: Si os quedáis con la primera opción y sois chicas atractivas, aseadas, y estáis cuerdas, solo os digo una cosa: “Yo soy todo amor” (Guiño, guiño)
Pero volvamos a la ¿película?…  En ella todo es estúpido (Sí, he vuelto a la película, no he empezado a hablar de Ana Obregón ¡Qué es bióloga! ¡Hostias!) 
Tiene una historia de amor estúpida, una historia “fraternoamistosa” estúpida, y una crítica política estúpida, quizás eso es lo que más me cabreó de este mojón… (Mentira, en realidad fueron los 8 euros de la entrada, pero lo otro suena más guay)
Un gobierno muy muy malo se carga a gente muy muy pobre y lo hace en un programa de televisión, qué oye… dicho así no suena mal, ¿quién no se cargaría a más de un concursante de Gran Hermano? Pero la manera de desarrollarlo es lamentable, simplista, efectista e idiota… Con una premisa parecida Stephen King escribió El fugitivo, un libro con muchas menos pretensiones y bastante entretenido que tuvo su particular adaptación al cine llamada Perseguido(Aunque al que habría que perseguir es al que hizo la adaptación, porque telita también)
En resumen, esta película no funciona ni como film de entretenimiento teeneager porque carece de ritmo, ni mucho menos como película de ciencia ficción con crítica política por lo estúpido de su planteamiento, ahora bien, como máquina de hacer dinero sí, porque lo ha petado… En su primer fin de semana en Yankilandia recaudó 155 millones de dólares y se convirtió así en el mejor estreno de la historia en primavera, y la tercera película más vista en su primer fin de semana. Lo cual me hace desconfiar todavía más de la raza humana, y me hace entender porque cierta gente gobierna en ciertas democracias.
Y para acabar, una frase que ahora mismo está pronunciando alguien con gafas de pasta en La Latina: “El libro es mucho mejor” 
(En realidad no lo he leído, pero es imposible que no sea así, además, el pedante de La Latina seguro que tampoco se ha leído el libro del que habla)