Una de las sagas cinematográficas que más éxito han tenido en los últimos años es la de Los Juegos del Hambre y, como es de imaginar, cada una de las entregas se ha convertido, automáticamente, en una de las películas más taquilleras de su correspondiente año de estreno. Pero todo lo bueno se acaba y esta semana acaba de ser estrenada la primera parte de su final, es decir, Los Juegos del Hambre: Sinsajo-parte 1.
Katniss Everdeen(Jennifer Lawrence) se encuentra en el Distrito 13,recuperándose tras el final de Los Juegos del Hambre. Allí conocerá a la presidenta Coin (Julianne Moore) quien junto a Plutarch Heavensbee (Phillip Seymour Hoffman) la convencerán de convertirse en la cabeza visible de la rebelión contra el Capitolio.
Voy a empezar diciendo que esta es la primera película de esta saga que veo. Evidentemente, tenía una idea bastante aproximada de todo lo concerniente a ella porque, sino, hubiera sido una auténtica locura plantarse en el cine sin saber de qué va esto de Los Juegos del Hambre. Reconozco que no he visto ninguna otra entrega porque, de entrada, su argumento no me llama mucho la atención y ahora me arrepiento de no haberlo hecho porque creo que he elegido la peor entrega para iniciarme en las aventuras de Katniss Everdeen.
Los Juegos del Hambre: Sinsajo-parte 1 es un claro de ejemplo de lo que pasa cuando a una productora sólo lo interesa rentabilizar un producto sin pararse a pensar si lo que ofrece está a la altura de las expectativas creadas. Esta película es aburrida porque en las dos horas de metraje que tiene no hay prácticamente ni un solo acontecimiento destacable y porque, constantemente, planea en el ambiente la sensación de que lo mejor se lo están reservando para la película que cerrará la saga. Vamos, que, básicamente, esta película es lo que popularmente se denomina un “sacacuartos”.Hay que reconocer que los productores se lo han montado muy bien ya que, aunque muchos van a salir indignados del cine tras ver esta película, el año que viene volverán a pasar por caja porque no van a poder renunciar a ver el final. Como veis, un negocio redondo. Personalmente, desde hace tiempo estoy bastante harta de este tipo de estrategias absolutamente comerciales que lo único que pretenden es explotar la gallina de los huevos de oro hasta la saciedad. Que sí, que al final acabo pasando por caja como el resto de los mortales, pero la sensación de tomadura de pelo que se me queda cada vez que veo películas como esta Los Juegos del Hambre: Sinsajo-parte 1, no me la quita nadie y como lo único que nos queda es el derecho al pataleo, que quede constancia del mío.
Como digo, no hay gran cosa que destacar de Los Juegos del Hambre: Sinsajo-parte 1. Jennifer Lawrence está bastante bien pero es que la chica es una actriz bastante solvente y consigue destacar incluso en una película tan plana como esta. Del resto, aun habiendo nombres bastante potentes en el elenco, quiero destacar al tristemente fallecido Phillip Seymour Hoffman.Está claro que éste no es el papel por el que será recordado aunque no deja de ser una muestra más de que este hombre era un actor todoterreno capaz de sacar adelante cualquier tipo de proyecto. Volveremos a ver a Phillip Seymour Hoffman en 2015 en Los Juegos del Hambre: Sinsajo-parte 2, cosas de la magia del séptimo arte.
Los Juegos del Hambre: Sinsajo-parte 1 es una película de transición cuyo único objetivo es tener a los fans enganchados para que el año que viene vuelvan al cine a ver el desenlace de las aventuras de Katniss, Peeta y compañía. En ese sentido, funciona correctamente ya que el final, totalmente abierto, provocará que los seguidores de esta saga se estén mordiendo las uñas hasta noviembre de 2015. A los que, como yo, no somos fans, lo único que nos provoca es indignación por el uso totalmente mercantilista del cine.