LA MAYOR AMENAZA PARA LA INSPIRACIÓN ES LA INERCIA
El sol saldrá a las 5,54h. y se pondrá a las 18,06h.
Cuando visité Turquía, el conductor kurdo del autobús que nos transportaba me indicó su apegó a la tierra de Ataturk. Su opinión contrastaba con las manifestaciones y acampadas que en varias ocasiones presencié en la Cité de París llevadas a cabo por la población kurda en el exilio. Era cierto, entre ellos -como en otros pueblos sin estado- hay una parte de la población asimilada que se identifica con el estado que la cobija.
En Turquía los partidos kurdos radicales están prohibidos. Pero, de hecho, la comunidad internacional sabe que ese pueblo existe repartido además entre Siria, Iran e Irak. Países estos con argumentos para justificar que no se puede entender sus estados sin la población Kurda que forma parte de su pasado y configura su manera de entender la realidad. Para ellos, es territorio de conquista y los derechos de la población son los que imponen los estados y no los que emanan de los derechos a decidir de los kurdos.
La realidad es así. Los estados se unifican a golpe de espada, para continuar con leyes que homogenizan a los conquistados restándoles argumentos soberanistas y finalizar convenciendo a la comunidad internacional de que se tratan de problemas domésticos sobre los que no se admite ningún tipo de ingerencia. Pero a pesar de eso, pueblos como el kurdo siguen transmitiendo perfectamente su idiosincrasia y siempre encuentran a alguien en algún lugar dispuesto a hacerse eco de sus reivindicaciones.
Las fronteras de los países que configuran este planeta se hicieron respondiendo a intereses coloniales (ejem: África y gran parte de América y Asia) y de conquista, lo que no impedirá que estas demarcaciones arbitrarias y sin el consentimiento de sus moradores traigan problemas a los estados. De este modo, Turquía podrá seguir negando la existencia de este pueblo y la Unión Europea no lo pondrá sobre la mesa -por la cuenta que le tiene- en las negociaciones del Tratado de Adhesión, pero el problema continuará ahí enquistado, al albur de las circunstacias del futuro y de los intereses de las partes. Pero lo cierto es que cuando los estados que los someten se crearon, ellos ya estaban allí y que fueron decisiones políticas de terceros quienes establecieron las fronteras y los parcelaron como pueblo.