Estos tíos son unos ladrones. Nada nuevo. Vaya caterva. Se repartieron el botín de la crisis sin la menor compasión, los escrúpulos son cosa de niños. Los causantes del presunto crack financiero mundial, nacido al calor de Wall Street, entregan ahora primas multimillonarias y se quedan con la mejor parte, of course. Y no pasa nada.
Estos tíos son unos ladrones. Nada nuevo. Vaya caterva. Se repartieron el botín de la crisis sin la menor compasión, los escrúpulos son cosa de niños. Los causantes del presunto crack financiero mundial, nacido al calor de Wall Street, entregan ahora primas multimillonarias y se quedan con la mejor parte, of course. Y no pasa nada.