Este juego es un clásico, es uno de los juegos más simplones que he visto, pero que a la vez es divertidísimo.
Los lemmings son una especie de duendecitos o algo así, que son muy tontos, y sólo saben hacer una cosa cada uno y avanzar sin parar, y si al avanzar se caen por barranco les da igual, se lanzan y se mueren. Y si al avanzar van directos a una trilladora avanzan y mueren mutilados pero nunca dejan de avanzar y caerse en zanjas.
El juego consiste en salvar la vida a estos monigotes idiotas, como ya he comentado, cada uno de ellos sólo sabe hacer una cosa, y tú eres la encargada de decidir y dar las órdenes a cada uno de ellos, a uno le puedes decir que se ponga a cavar, a otro que se ponga un paracaídas, o a otro pedirle que se ponga a construir una escalera, según la misión, o mejor dicho, según la zanja en que caigan los muñecos tu deberás dar unas ordenes u otras, y según la misión, o zanja en la que caigas te darán unas posibles ordenes u otras. Si fallas los muñecos mueren de forma cruel y dolorosa, a veces incluso debes sacrificar tú misma a algún muñeco haciéndolo explotar por el bien del resto.
Y ahí esta la gracia del juego, en devanarse los sesos buscando la forma de superar los obstáculos que encontrarás en cada pantalla.
Es un juego muy divertido para las personas a las que le gustan los juegos de pensar, pero no sólo hay que pensar, también hay hacerlo rápido y ser un poco hábil, porque los muñecos no dejan de avanzar y no esperan a que tú le des las órdenes.
La pega del juego, es que es muy difícil, yo no he sido capaz de pasármelo, y mi novio que fue quien me lo enseñó tampoco, y de hecho no conozco a nadie que lo haya hecho, por eso puede llegar a pasar de ser muy divertido a ser muy desesperante.
Conclusión, un juego de pensar muy divertido, un poco cruel y que hay que tomarse con calma para no ponerse mala de los nervios.