Roberto Calasso. Anagrama.Traducción de Edgardo Dobry.
Hemos oído hasta el cansancio las voces de los profetas del apocalipsis del libro. Voces que lastimosamente han calado incluso en los propios editores. Hace unas semanas el de Adriana Hidalgo declaraba esta perla: “El ensayo permite comprender el presente mejor que la novela” y el de Herder, Manuel Cruz, esta otra: “Se están haciendo libros a la medida del módulo de atención del lector actual. Hay que medir el tiempo que el lector está dispuesto a dedicar a un tema que los suplementos de diarios ya le han presentado (…) en reportajes de entre 5 y 15 páginas”. De ahí que no podamos dejar de subrayar la importancia de un libro como el de Roberto Calasso, ensayista y director de la editorial Adelphi, para quien el oficio de construir un catálogo equivale a escribir la página de un gran libro, en cuyos capítulos, por supuesto, el editor debe alojar libros de toda clase, largos y cortos, ensayos y novelas, con el fin de mostrar un panorama –nunca completo– que les entregue a los lectores las claves para intentar descifrar el mundo y a sí mismos. El libro reúne, además, cuatro perfiles sobre los grandes editores del siglo XX y tres ensayos finales sobre los retos de la industria del libro.