Me encantan las entradas que se componen de listas y este año
La noche de los tiempos, de Antonio Muñoz Molina: este es de los libros que no sabes si estás contenta de haberlo leído o triste porque se ha acabado. Separarme de sus personajes me resultó
Expiación, de Ian McEwan: el autor te da una de cal y otra de arena durante toda la novela, de tal manera que te encuentras descolocado cuando se termina, y sólo sabes que lo quieres
Cuatro hermanas, de Jetta Carleton: es una historia especial con personajes entrañables; de los que quisiera que fueran reales para charlar de vez en cuando con ellos.
Saber perder, de David Trueba: historias que se entrelazan unas con otras, con protagonistas perdedores, pero con mucha fuerza. Siempre me acordaré de la relación entre Sylvia y Ariel, y del círculo vicioso en el que cae Leandro.
Diario de un ama de casa desquiciada, de Sue Kaufman: la protagonista tiene esa ironía de una mujer bien educada que de repente se encuentra con que no puede enfrentarse a su vida y roles sociales, mezclado con cierta falta de cordura… ¡Muy divertido!
El pasaje, de Justin Cronin: quedé encantada con él. Personajes que realmente parecen sacados de una película, mucha acción,
Ángulo de reposo, de Wallace Stegner: me gustó mucho acompañar a Susan a su aventura en el oeste de Estados Unidos como pionera colonizadora de aquellas tierras que plasmó en sus ilustraciones y en sus novelas. Además se basa en una historia real, haciéndolo
La lluvia antes de caer, de Jonathan Coe: imprescindible. No sé qué más puedo decir sobre él.
El hombre que susurraba al oído de los caballos,
La mujer habitada, de Gioconda Belli: me sorprendió muchísimo
A continuación pondré otros títulos que me gustaron en su momento muchísimo, pero no te queda esa sensación de que permanecen contigo, como sucede con los anteriores de esta lista. Simplemente en su día me gustaron y me alegré de leerlos:
Maldito karma y, cómo no, Jesús me quiere, de David Safier: para
Caballos salvajes y El castillo de cristal, de Jeannette Walls: basados ambos en personajes reales (entre ellos, la vida de la propia autora: impactante) que te dejan con la boca abierta.
Y cómo no, la saga Crepúsculo
Hasta aquí mi lista de los más guays del año. La próxima entrada estará dedicada a los peores