Los libros son tímidos. Giulia Alberico

Por Mientrasleo @MientrasleoS


     "Antes de que los signos se volviesen para mi descifrables, eran sonidos, y eran los mayores quienes poseían la capacidad de traducir los signos en palabras y con las palabras construir un cuento... De modo que leía escuchando. Y oliendo. Las palabras de las historias estaban indisolublemente ligadas a los olores.     El tío Rodolfo leía historias de las que emanaba un olor a clavo de clavel mezclado con una infusión que tenía un hombre precioso: kardaré. Las historias que leía Rosinella olían a manzanas porque la estancia de la buhardilla donde me las contaba estaba llena de pequeñas manzanas verdes."
     Normalmente me siento atraída por este tipo de libros y, al menos, los abro por la primera página para echar un vistazo. En este caso, al encontrarme con el precioso párrafo que da comienzo esta entrada, no pude posarlo, y es por eso que hoy traigo a mi estantería virtual, Los libros son tímidos.
     Conocemos a Giulia, una niña hija de una maestra de escuela, y su despertar al mundo de las letras. Sus comienzos y su evolución lectora en una suerte de biografía de su vida en la que el amor a los libros y los momentos elegidos para cada lectura, son lo que marcan su crecimiento.
     Estamos antes la historia de una mujer que ama los libros desde pequeña, un amor que se va asentando en su interior mientras recorre pueblos de la geografía italiana. Nos enseñará así los libros que han marcado su crecimiento y los lugares que permanecen en su mente asociados irremediablemente a ellos: la biblioteca, la escuela, una librería, una persona... por las historias que descubrieron ante sus ojos.     De este modo se va ganando la complicidad del lector en una obra amable que tiene algunos momentos francamente hermosos. Y lo mejor de la historia, es que entre títulos (algunos no podremos evitar apuntarlos) vamos viendo a la lectora crecer, nos da pinceladas de su vida mientras recuerda el tacto de un libro, su olor, el momento en que se comienza o la anticipación a comenzarlo. 
     Reconozco que es fácil establecer una complicidad con la protagonista y recordar en sus palabras nuestras propias sensaciones. De este modo se consigue paladear mejor una lectura pensada para amantes de los libros que se termina en una o dos tardes, y que hace que nos planteemos como sería nuestra propia vida contada a través de los títulos que han pasado por nuestras manos.
     Hoy os traigo un libro corto, amable, que deja un buen sabor de boca y que habla de la pasión de muchos de los que estamos por aquí. Supongo además que todos tenemos libros que nos marcan y podríamos hacer una suerte de lista de vida con ellos. Así, sin pensar mucho, recuerdo haber leído La insoportable levedad del ser hace muchos años ya, y haber sacrificado el sueño de toda una noche para hacerlo.
      Y vosotros, ¿podéis compartir algún título que os haya dejado una huella especial?
     Gracias
     Una cosa más. Me pareció importante explicar un detalle:
     "Los libros son tímidos, quieren estar sólo con quien los ha elegido, no les gustan las manos extrañas."