Una serie de blogueros analistas de la política y la sociología y volcados en conocer el efecto de la acción política y social 2.0 hemos elaborado una serie de análisis que estudian los límites del 2.0 en los procesos políticos y sociales. Mi aportación al análisis se ha centrado en cómo lo que algunos sociólogos habían anunciado como “el fin de las instituciones y las organizaciones de la sociedad industrial” iban a perder su papel como transformadores de la sociedad enfrente a otras formas de acción política y social basadas en la red, realmente no lo han perdido y que las acciones en la red que han tenido eficacia, lo han sido grácias a organizaciones de las sociedades industriales. A pesar de todo ello, concluyo que la red por sí sóla sí que tiene un serio efecto en transformar y reproducir el zeitgeist, o pensamiento hegemónico, de las sociedades y que ese efecto no lo pueden realizar las instituciones y organizaciones clásicas sin esa acción política y social 2.0.
El conjunto de articulistas con el que comparto este proyecto hemos elaborado también un manifiesto que presenta el documento final, que os animo a descargaros y leer tranquilamente.
Documento “Los límites del 2.0 en los procesos políticos”
Incluyo también el manifiesto que presenta el espíritu y el contenido de los artículos.
Manifiesto: Los limites del 2.0 en los procesos políticos
En los últimos años hemos observado como el fenómeno de la política 2.0 iba adquiriendo peso en los debates que se producen en las redes y fuera de ellas. Para algunos, el activismo político y social 2.0 abría una oportunidad y auguraba una transformación de la política tal y como la conocíamos. Parecía que se rompían los paradigmas de verticalidad y control central de las organizaciones políticas, de la construcción del mensaje político y el dominio de la agenda.
No cabe duda de que ha habido logros. Nadie puede negar que crece la desintermediación de la relación entre políticos y ciudadanía; aumenta la posibilidad de debates cruzados entre activistas de distintos colores con un creciente peso de la argumentación sobre el eslogan; y, en general, se ha abierto un espacio para un mayor protagonismo del ciudadano, del individuo a la hora de producir debates y construir liderazgos de opinión que escapan al control centralizado y vertical de las organizaciones clásicas.
Puede parecer que estos logros nos abren una nueva forma de acción política y social, pero ¿es tan brillante el escenario del activismo político y social 2.0? ¿Internet han hecho obsoletas las organizaciones e instituciones políticas a la hora de realizar cambios en la sociedad?
Porque la realidad es contundente y tozuda: al igual que los logros enumerados, resulta igualmente difícil contradecir el hecho de que el activismo en la red por sí solo es estéril y no es capaz de conseguir cambios ni transformaciones sin una acción “fuera de la red” en muchas ocasiones dependiente de alguna de estas organizaciones o instituciones clásicas. Se puede comprobar fácilmente cómo parte del debate y la estrategia política en la red está aportando confrontación, con las organizaciones políticas intentando imponer su estructura vertical y su mensaje centralizado en las redes sociales, haciendo que parte de la conversación política en la red sea un mero cruce de eslogans. Entonces resulta que ese gran debate colectivo de ideas no se produce con la horizontalidad que se había anunciado: la red no es una gran ágora, sino un conjunto de habitaciones ideológicas con estrechos pasillos poco poblados donde interaccionar.
La serie de artículos que acompañan a este manifiesto acude a los extremos en los que los logros se han estrellado contra las paredes y se han visto colapsados en esos estrechos pasillos. Su objetivo es profundizar en los límites del activismo político y social 2.0, de las transformaciones anunciadas y de las expectativas generadas.
Los autores de estos artículos somos actores de esta acción política y social 2.0: creemos en ella, trabajamos en ella y estamos comprometidos en su divulgación, asumiendo sus éxitos y luchando por lograr otros. Pero, para conseguirlo, pensamos que lo primero es ser conscientes de que el alba de la nueva era tiene sus zonas oscuras. Conocer esos límites, saber que internet no nos proporciona una varita mágica capaz de resolver todos los problemas, es lo que realmente hará crecer nuestra capacidad de utilizar la red para hacer de la política un mejor instrumento de cambio.
Impulsores del manifiesto y autores del análisis en profundidad:
- Albert Medran: http://www.albertmedran.com/
- Guillem: http://proxim-it.blogspot.com/
- Jorge Galindo: http://jorgegalindo.es/blog/
- Xavier Peytibi: http://www.xavierpeytibi.com/
- Carlos Guadian: http://www.k-government.com/
- Roger Senserrich: http://www.lorem-ipsum.es/blogs/materiasgrises/
- Edgar Rovira: http://www.edgarrovira.com/blog/
- Jose Rodríguez: http://www.joserodriguez.info/bloc
Documento que recoge el conjunto de artículos
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