LOS LLAMAN TAMBIÉN PITILLOS ELECTRONICOS, Y LOS HAY RECARGABLES Y DESECHABLES – Desde la perspectiva del fumador, pasarse a los cigarros electrónicos desechables o recargables puede tener ventajas. Sin duda alguna la mayor ventaja radica en el precio, pues sale mucho más barato que un cigarrillo común. Si a esto le sumamos que los hay sin nada de nicotina, aceptamos también beneficios para la salud.
Un cigarro electrónico desechable digamos que viene listo para fumar, y tirar. En la versión recargable un cigarrillo electrónico es ideal si deseas una extendida duración y ahorrar dinero en filtros y baterías. Si escoges no tirar tu cigarrillo tu opción es la recargable. Llevan filtros desmontables que te facilitan el cambiar sabores e intensidad. La batería se carga fácilmente con el conector USB y los filtros se conectan fácilmente.
No requiere de fuego
El cigarro electrónico es muy diferente al clásico. Se compone primordialmente de una batería y una resistencia. En vez de fuego, el calor de la energía eléctrica es lo que lleva y le hace funcionar. Hay una extensa variedad de fórmulas, con diferentes sabores. El cigarrillo electrónico es un gadget portátil de batería recargable. Usa cartuchos que se cambian y se recargan. Y hay que cambiar los vaporizadores cada cierto tiempo.
LOS LLAMAN TAMBIÉN PITILLOS ELECTRONICOS, Y LOS HAY RECARGABLES Y DESECHABLES
No es fumar, es vapear
El cigarrillo electrónico ha revolucionado este criterio. Ya no se está fumando verdaderamente, se está “vapeando”. Los vapores de nicotina del cigarrillo electrónico tienen dentro menos químicos que el cigarrillo clásico. Y crea vapor a través de una resistencia en vez de humo por combustión. Disminuye el daño ambiental, no produce desechos, no hay que tirar la colilla. Y puedes regular la nicotina que estás ingiriendo. Y también los hay libres de nicotina.
Puede parecer que consumir cigarrillos electrónicos es caro, pero se logra economizar bastante más que consumiendo tabaco clásico. Con el cigarrillo electrónico, se ahorra entre el 50 y el 60%. No se produce ningún tipo de combustión en los cigarrillos electrónicos, no provocará ningún tipo de quemadura en los tejidos. El único elemento que desprende el cigarrillo electrónico es vapor de agua, mezclado con un líquido compuesto con diferentes aromas.
Aunque la utilización de estos gadgets es muy simple, requiere de algunos cuidados. Estos aparatos están conformados por una batería, la cual debe recargarse. Además, podemos encontrar también un inhalador, conformado por un claromizador y el cartucho del líquido. Los clientes más leales al cigarrillo común encuentran una desventaja en la carencia de parecido. En su tacto y textura. No es de extrañar que, al cambiar haya gente que se encuentre con algunos síntomas raros que permanecerán unas cuantos semanas.
Los más usados son los cigarros recargables pero también existen los desechables. Estos ya vienen pre-ensamblados y completados para la utilización. No son recargables y al finalizar su uso se desechan. Son semejantes a dos cajetillas o paquetes, precisamente 40 cigarrillos regulares de tabaco.
El futuro del cigarrillo electrónico
Quizás pase por un cambio legislativo a nivel europeo. Ahora mismo el sector se regula por una legislación europea de abril de 2014, que no es tan rigurosa como solicitaba la OMS. Esta obliga a los desarrolladores a reportar si sus productos son o no medicinales. No pueden exceder los 30 mg/l de nicotina y deben integrar observaciones sanitarias. Además tienen las mismas limitaciones de publicidad que los productos del tabaco
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