S. IV ddC. Esta vez se trata de otro Aquila que está al frente de una unidad militar fronteriza llamada Los lobos de la frontera, muy cercana al muro de Antonino que separa el norte de la isla de la provincia romana. El robo de un caballo y sus consecuencias afectarán gravemente a las relaciones de Roma con sus aliados celtas. Cuando los pictos ataquen los Lobos de la frontera se verán obligados a buscar refugio en el muro.
Tras un comienzo electrizante (el pasado de Aquila), la historia avanza con tranquilidad hasta que se desencadenan las hostilidades. Desde ahí Sutcliff nos lleva sin respiro hasta el final.