Imagen: Casa del Libro.
Edición: 1ª ed.Publicación: Madrid: AVA, 2008
Descripción física: 415 p.; 22 cm.
ISBN: 978-84-935506-2-2
CDU: 821.134.2-31"19"
Signatura: N NAR lob
Precio: 4,95 euros en la librería Follas Novas
GALICIA PROFUNDA
Después de haber leído todas las novelas anteriores de Francisco Narla solo me quedaba esta, que curiosamente fue la primera que escribió. Pero como ya hace tiempo que está descatalogada porque la editorial que la publicó ha desaparecido, me costó muchísimo localizarla. Finalmente fue posible a través de su agente literario, que me recomendó que me pusiera en contacto con la librería Follas Novas de Santiago de Compostela; así lo hice, y además fueron muy majos, me la consiguieron localizar enseguida y en tan solo cuatro días me la habían enviado por correo.
Argumento y personajes
La historia comienza en la Galicia rural de los años 20, en una aldea perdida en la que comenzaremos conociendo el pazo de Lema y al molinero (no se nos dice su nombre en ningún momento), alrededor del cual gira casi toda la historia; este hombre ha perdido a su mujer y a su hijo hace no mucho tiempo y, desde entonces, no conseguirá levantar cabeza. Siempre ha sido de carácter algo huraño y no se lleva muy bien con los demás vecinos de la aldea, pero después de esta pérdida se encierra en sí mismo y no es capaz de relacionarse prácticamente con nadie. Los vecinos sienten una especie de animadversión hacia él, y en algunos círculos incluso se comenta que alguien que un hombre que enviuda y no rehace su vida no es de fiar; pero al molinero todo esto le da igual. Sabe que en realidad lo toleran porque es él quien provee de pan a sus vecinos, pero no le importan las miradas, los reproches y las críticas a sus espaldas.
La única persona con la que el molinero tiene algo más de relación es el padre Bernardino, que intenta que el molinero vuelva a recuperar la fe pero no termina de conseguirlo. Junto a él, tras varios sucesos de lo más escabroso ocurridos en la pequeña aldea (la muerte de unos cerdos aparentemente devorados por un animal salvaje, harina que se vuelve negra, destrozos en la parroquia del pueblo...), se verá envuelto en algo que posiblemente sea obra del mismísimo diablo. Hay algo maligno que acecha a los habitantes de esta aldea, en la que por supuesto no podía faltar una meiga, a la que los habitantes del pueblo por un lado odian pero por otro no pueden evitar recurrir a ella cuando necesitan cualquier tipo de ayuda; en este caso en realidad son dos, la primera meiga y su sucesora. También irán apareciendo otros personajes más, casi todos ellos los habitantes del pueblo, que iremos descubriendo que esconden muchos más secretos de los que nos podemos imaginar, desde chismes a cosas peores. Mientras, el pobre padre Bernardino se esfuerza lo mejor que puede por tener a su rebaño controlado y evitar que sus ovejas se echen a perder; pero desde luego no lo va a tener nada fácil.
Además harán su aparición algunos otros personajes que llegan a la aldea muchos años después, pero eso tendréis que descubrirlo vosotros leyendo la novela.
Mis impresiones
Una de las primeras cosas que me vino a la mente al ir leyendo esta novela fue esa frase que se suele decir cuando se habla de brujas; o en este caso de meigas, ya que la historia ocurre en tierras gallegas: Haberlas haylas. Y es que a través del relato, el autor conseguirá introducirnos totalmente en ese halo medio mágico y medio misterioso, y a veces incluso un poco aterrador, que yo creo que siempre rodea a Galicia y a sus leyendas. Y si a ello le sumamos que habrá multitud de pasajes de la novela que están escritos en gallego, la ambientación está totalmente conseguida aunque a veces los que no hablamos gallego tengamos que recurrir al diccionario o, como en mi caso, a amigos gallegos cercanos. Eso sí, tengo que aclarar que esto no impide que podamos seguir la historia con total tranquilidad, porque se entiende prácticamente todo sin problema; a pesar de eso, me he encontrado con que algunos amigos gallegos que tengo son de otras zonas y no todos conocían todas las palabras que usa Francisco, pero fue divertido preguntarles a ellos y descubrir que, por supuesto, en diferentes zonas de Galicia también se usan palabras diferentes.
Algo que ya me había llamado la atención en otras novelas del autor es el tratamiento que da a sus personajes; están todos bastante bien descritos, y como no podía ser de otra manera con todo detalle. Tanto es así que llegaremos a sentir muchísima lástima por algunos, bastante odio por otros, rabia por ver algunas de las situaciones en las que los vemos a lo largo del relato, e incluso en algún que otro pasaje, auténtico asco por otros de ellos.
En cuanto a su estilo, ya he hablado en otras reseñas sobre ese gusto que tiene por los detalles, y esas descripciones tan completas que hace de absolutamente todo; y claro, tenía curiosidad por ver cómo había resuelto esto en su primera novela. Y aunque lógicamente haya evolucionado como escritor, y sus últimas obras estén mucho más depuradas en cuanto a estilo, la verdad es que ya en este primer libro suyo se ve que van por ahí los tiros: personajes, situaciones y lugares descritos hasta el último detalle, a veces incluso demasiado. Si te gustan las novelas en las que van directamente al grano y no te van demasiado las florituras, posiblemente el estilo de Francisco no te llegue a convencer; pero si te pasa como a mí, que por lo general me encanta conocer hasta el detalle más insignificante de la historia que estoy leyendo, con esta lectura disfrutarás muchísimo porque está muy bien escrita y además ya digo que se recrea de lo lindo en absolutamente todos los detalles. Se ve además, aunque esto ya lo sabía por otros libros suyos, la labor de documentación que hay detrás de la historia; porque una cosa es que seas gallego y hayas oído leyendas, y cosas de meigas, y otra que detalles hasta el tipo de hierbas que utiliza la meiga de esta historia y para qué sirve cada una, o cómo el molinero amasa el pan, o de qué maneras se puede desangrar una persona, por ejemplo.
También es cierto que hay algunos pasajes que son bastante escatológicos, sobre todo los que hacen referencia a la meiga y cómo lleva a cabo sus conjuros aunque hay por ahí algún otro que también tiene tela; así que si eres un poco escrupuloso mejor no te leas esa novela porque es bastante probable que en más de una ocasión incluso se te revuelva el estómago, si no lo tienes a prueba de bombas. Pero desde luego lo que sí experimentarás durante toda la lectura, o al menos a mí me pasó así, será una sensación constante de miedo; miedo a lo desconocido, a lo que posiblemente les vaya a ocurrir a los protagonistas, miedo a los lobos y a las meigas, a la Santa Compaña, a lo que se oculta en el bosque, que intuimos que es una bestia pero no estamos seguros del aspecto que tiene porque en realidad es una mezcla horrible de varias bestias... En más de un momento de estar leyendo tenía esa sensación tan rara de pánico, pensando que podía pasar cualquier cosa en cualquier momento, que estoy segura de que, si algún día llega a sonar el teléfono por sorpresa, o el timbre de mi casa, o simplemente que en el metro alguien me hubiera tocado el hombro, habría pegado un bote de impresión y el libro habría salido disparado.
Conclusión
Al principio me costó un poco meterme en la historia, hasta que me empecé a enterar bien de lo que estaba pasando; pero después la tensión fue en aumento y en cuanto tuve claro lo que ocurría con los vecinos de la aldea, el molinero y el cura, con la bestia que rondaba por los bosques, y con los tejemanejes que se trae la meiga para malmeter y de paso tener sometidos a los pobres aldeanos, tuve que seguir leyendo porque por más que avanzaba me quedaba siempre con ganas de saber qué más cosas iban a poder pasar. Obviamente, aquí no lo voy a contar, pero al leer la última frase, casi se me cae el libro de las manos.
Después de todo esto, imagino que tenéis claro que recomiendo la lectura de esta novela, siempre teniendo en cuenta lo que os he ido comentando sobre si puede ser o no vuestro tipo de lectura. En mi caso no tengo dudas de que es una buenísima historia; además Francisco me dijo que, si algún día me animo, me llevaría a ver en directo los lugares en los que se inspiró esta novela. No se puede pedir más...