Hace dos años Estados Unidos y Corea del Norte tensaron sus relaciones casi hasta el punto de llegar al conflicto armado, que bien podría haber desembocado en una guerra nuclear. Hoy, el presidente estadounidense Donal Trump se ha convertido en el primer presidente norteamericano en pisar suelo de Corea del Norte, y ha asegurado que continuará trabajando junto con Kim Jong Un para conseguir una península coreana libre de armas nucleares.
En los últimos años, los presidentes de Estados Unidos, Rusia, Corea del Norte y China han sido presentados por gran parte de la prensa como unos locos que están dispuestos a desencadenar una guerra nuclear en cualquier momento. Pero lo cierto es que si aún el mundo no ha estallado en una III Guerra Mundial ha sido en gran parte gracias a estos presidentes. Donal Trump desde el primer momento que llegó a la Casa Blanca, manifestó su idea de acabar con las guerras interminables en las que se ha visto envuelto Estados Unidos desde principios de este siglo. Además siempre ha defendido que es necesario un entendimiento con Rusia y con China. Al mismo tiempo, Trump ha sido el primer presidente norteamericano que desde el final de la Guerra de Corea ha hecho más esfuerzos por firmar la paz con Corea del Norte. Lamentablemente tanto parte de los miembros del gobierno que le rodean como los halcones del Pentágono no piensan así, y se han encargado de ir saboteando los intentos de acercamiento sobro todo a Rusia en estos dos años y medio que lleva de mandato; sacando a la luz ataques químicos en Siria que no se pudieron demostrar o incidentes entre barcos rusos y ucranianos justo antes de que se reunieran Putin y Trump en Argentina.
En el mundo hay muchos locos peligrosos que pueden desencadenar una guerra nuclear que acabe con la vida en la Tierra, pero no son precisamente los que gran parte de la prensa occidental -al menos la española- nos quieren hacer creer. No son ni Trump, ni Putin, ni Xi Jinping.