Estuvieron presentes sobre la faz de la Tierra desde el año ciento noventa y seis mil antes de Cristo, hasta el año diez de nuestra Era : a todo lo largo de un periodo de doscientos seis mil años. Es decir, que dejaron nuestro planeta diez años después de Cristo.
Los extraterrestres de Lyra estuvieron presentes sobre la faz de la Tierra desde el año ciento noventa y seis mil antes de Cristo, hasta el año diez de nuestra Era : a todo lo largo de un periodo de doscientos seis mil años. Es decir, que dejaron nuestro planeta diez años después de Cristo.
Por si fuera poco, los Et de Lyra, Vega, Orión y Sirio – A establecieron en la Tierra zonas de influencia, de poder, que defendieron cada quien de otros grupos extraterrestres como su propio territorio : se estuvieron peleando entre ellos para determinar que otros grupos extraterrestres no se inmiscuyeran en sus asuntos.
Si hay algo que puede mencionarse como especialmente conspicuo de su forma física, es que sus ojos causaron una terrible impresión entre los seres humanos. Son tan similares a nosotros que pueden pasar desapercibidos en nuestras sociedades, con la excepción de sus ojos que son tan extraordinarios, que los delatarían inmediatamente.
Muy probablemente esa representación tan especial de los ojos de los Faraones egipcios se refiera específicamente a seres de Lyra. El aspecto tan sobresaliente de aquellos ojos, infundió un respeto tal entre los egipcios, que el icono del ojos de los faraones terminó convirtiéndose en un símbolo paradigmático de su cultura. En nuestro país tenemos el caso de una dama que comenzó a curar canalizando la energía de extraterrestres a quienes ella no había visto. Hasta que en una etapa más adelantada de su don, se presentaron físicamente ante ella y le dijeron que no iban a ser ellos los que sanaran a la gente, sino ella misma. Y los describe textualmente con ”esos ojos que parece que se les van a salir de la cara”. Es muy probable que como civilización de servicio a los demás, no hayan querido mencionarle su origen, pero esa descripción tan extraordinaria de sus ojos debe remitirnos a los extraterrestres de Lyra, toda vez que esa influencia del aspecto de sus ojos puede ser reconocida como una constante histórica, y así lo especifica por su parte muy claramente Germane, una conciencia colectiva canalizada a través de una persona con esos dones. Y no solamente eso : a lo largo de intervenciones genéticas que ellos estuvieron llevando a cabo, a la par de otras civilizaciones en la Tierra, para la conformación del “modelo” humano, voluntariamente y con toda la intención impidieron que la raza humana tuviera el aspecto de sus ojos, como un recordatorio de nuestro origen : para que el ser humano, al observar sus ojos, subconscientemente se encontrara frente a un simio, y no frente a un ser de las estrellas. Los Et de Sirio – A hubieran querido revertir esa decisión, y tal vez imprimir a los ojos de nuestra especie un aspecto más extraterrestre, más cercano al suyo, pero afirman que cuando el “proyecto” humano llegó a sus manos, ya nada pudieron hacer. Los seres de Lyra siempre fueron, desde el inicio, como padres demandantes y autoritarios para nosotros; mientras que los de Et de Sirio – A no solamente sienten afinidad por nuestra raza, sino también amor, al igual que los seres de Las Pléyades. Pero no sólo las llamadas culturas de nuestra familia galáctica tuvieron su origen en Lyra, sino igualmente, en mayor o menor medida, las civilizaciones de Antares, Cygnus, Alfa Centaury, y las de Sagitario y Cassiopea, antes de sufrir el ataque de los Alfa – Draconis y algunas de sus sub – razas de los sistemas estelares de Orión.
Se relaciona igualmente con Lyra la muy evolucionada y antigua civilización de Arturo, y también las poblaciones de los sistemas estelares interrelacionados de Tau Ceti y Epsilon Eridani.