Que yo soy anti-podemita es algo que es evidente. No estoy de
acuerdo ni con el fondo ni con las formas de este partido político. No soy
comunista. No estoy de acuerdo con sus principios, sobre todo porque no los
tienen y creo, además, que en caso de que gobernaran algún día sería lo peor
que le podría pasar a España, sería nuestra puntilla. Pero lo que menos me
gusta de ellos son las lecciones que van impartiendo por el mundo, aquellas de
haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago.Defienden el feminismo, pero sólo si es de su partido.
Defienden a los homosexuales, pero sólo si son de su partido. Se declaran
pacifistas y pacíficos, pero hay que verles a ellos y a sus seguidores cómo se
ponen de violentos cuando no se está de acuerdo con sus ideas. Califican a los
demás de machirulos mientras su propio líder tiene frases tan célebres como
aquella de "salir de cacería de fachas".Seguir leyendo en El Diestro…