Los más Granados

Publicado el 29 octubre 2014 por Icastico

Una mujer piadosa entra en una iglesia, se arrodilla en un banco, entrecruza los dedos de las manos, situadas bajo su barbilla, y comienza a hablar: virgencita virgencita, solo te pido tres cosas: que mi marido no me engañe, que si me engaña…que yo no lo sepa y que si lo sé…que no me importe. Se me ocurrió comenzar por este chiste tras leer la entrada Eternidad en un blog favorito, el de Jaime Poncela, y que empezaba con este recurso. En realidad, aunque no lo parezca, la cosa (“esas cosas”) va de mierda. Poniéndome en el lugar de esa señora le pido a la virgen más virgen de todas tres idénticos deseos pero que nada tienen que ver con los cuernos. Que el PP no me robe, que si me roba que yo no lo sepa y que si lo sé que no me importe. Coño, ¡ni uno!, no hay forma de abandonar el ateísmo. Espero, al menos, que haya cumplido con la atribulada mujer, pero tiene mala pinta por cuanto casi todas las vírgenes conocidas están en la nómina del PP. Son las becarias peor pagadas y, sin embargo, a las que más le debemos los españoles sin saberlo.

Creo que a lo máximo que puede aspirar ahora este partido, una vez incumplidos los dos primeros ruegos, es a que no nos importe, fiándolo a que sigamos siendo gilipollas, como sin duda piensan, hasta las próximas elecciones generales, solo un añito, no es tanto pedir. Estos tipos han expoliado hasta con las puertas abiertas, tal es la confianza que tienen en que nunca pasa nada, de que el cargo tiene vitola de impunidad; confianza en los medios de comunicación a sueldo, en los jueces “dedocráticos” y en la “omertá”, que en estos momentos corre peligro de saltar por los aires. Lo que más me pasma de todo es que Rajoy, ese negador nato, ese memo perfecto, se siga creyendo investido de autoridad, de credibilidad. Ya no sé si pretende engañarnos a nosotros con la fuerza centrífuga de sus mentiras o es que ha sido aspirado por su propio ciclón y engañado a sí mismo, que es una característica de la memez. Sencillamente patético y peripatético. Gracias a él y a sus maneras ya somos conocido como ese país que tiene ese presidente que habla claramente de esas cosas cuando tiene que referirse a esa persona de la que usted habla y que seguirá haciendo lo que tenga que hacer, erradicar lo que tenga que erradicar y, si es necesario, prometer lo que haya que prometer para incumplir todo, aquí no hay criba que hacer. Todo para que todo siga estando como tiene que estar. A la Merkel se le tienen que estar cayendo las bragas de la risa con este títere de lujo.

Pero ¿por qué no te vas? No entiendo, ¿Por qué crees que tienes que seguir? ¿Porque es una promesa? Ah, entonces me callo, carallo. Tú ya sabes que las promesas son sagradas y sangrantes. Por responsabilidad no será, fijo. Tú mira por ti, que es justo lo que no prometiste, que sepamos. Tienes partido al partido, y cabreadísimo. A todos los “varones” (sin cojones), las “varonesas” e incluso a la sexagenaria. Indignados como siempre, de toda la vida, si acaso esta vez como un perro flauta de la jet, con perdón. Hasta tu secretaria general, la inefable Cospedal, ha sido terriblemente rotunda, no ha dejado lugar a dudas, implacable como es ella: “hay que diferenciar lo bueno de lo malo”, “no se puede tratar a todo el mundo por igual” y así, en esa línea argumental, Máster en Perogrullo, que has inculcado al equipo. O el “presidente” de Extremadura diciendo que cuando las alcantarillas huelen hay que limpiarlas a fondo, no taparlas. Fíjate, esta vez ha fallado Feijóo de Galicia, que siempre se apunta a todas, con esa vena de Cruzado que tiene, ha preferido achantar la muy porque está de Pokémons hasta el píloro. Inteligencia emocional (pasiva)

Uno se despierta por la mañana y descubre que un puñado de alcaldes, ex alcaldes y presidentes de diputaciones han dejado el cargo y flipa, piensa que el cambio y la regeneración ha llegado, ingenuo. No. Ha sido un juez de verdad que los manda al trullo porque tenían una tramita que va por los 250 millones de euros, con Granados al frente, presuntamente. Otra más. Qué menos que estar indignado con el partido del hedor, pero cualquier cosa menos abandonarlo. Cualquier cosa menos coherencia. Mejor perfumar las alcantarillas.

“Hay que dejar trabajar a la justicia”, dice el memo. El mismo que hace lo posible por maniatarla. Asco es poco.