Trece villanos, trece. Curioso número para ocupar las primeras posiciones de una lista con mucha maldad de la buena. No me gustaría a mí encontrarme en medio de esta gente, desde luego. He de reconocer que tenéis buen gusto para elegir villanos. Aparte de los primeros puestos, habéis indicado nombres míticos, malvados de los de toda la vida, como Ming o Moriarty, y otros nuevos pero igualmente atrayentes, como el Antón Chigurt de “No es país para viejos” o el Puzzle de “Saw”.
Vamos con ello. En las últimas posiciones de maldad, cuatro personajes variaditos, un auténtico poker de villanos: la temible locura del Coronel Kurtz, la maldad de las pequeñas cosas de la Srta. Rottenmeier, el peligrosoJason y la canallería elegante pero mortífera del Vizconde de Valmont.
Subiendo un escalón, otros tres que no tienen desperdicio en su maldad: la sinrazón de la violencia de Alex De Large, la onírica y terrorífica presencia deFreddy Krueger y la siempre “ineficaz” maldad de Gárgamel, representante fiel de todos esos malos, malísimos de los dibujos de toda la vida.
En solitario, pero no por ello con menos maldad malvada, tenemos a la granCruella de Vil, ese hatajo de nervios con un cigarro que quería un abrigo de pieles de los cachorros del centenar y uno. Uno de esos malos que Disney ha dejado implantado en nuestra mente a base de dibujos animados. Para ser cine infantil, el amigo Walt nos dejó una buena galería de personajes de una villanía considerable: Jaffar, Scar, la Bruja de Blancanives, Maléfica….
A nuestro siguiente canalla le basta una imagen de apenas un cuarto de su cara a través de una puerta para alcanzar su puesto en la lista. Si, es importante también que lleva un hacha, y que hemos ido viendo como alcanza la maldad absoluta a través de conversaciones con un barman que sólo ve él, pero ese rostro…. Se trata de Jack Torrance, una genial interpretación de Jack Nicholson en “El Resplandor”, que quien ha visto no puede olvidar.
Seguimos con la maldad de la locura. Porque tan loco como malo es Norman Bates, el psicópata por excelencia, el corta duchas número uno de la historia del cine. Un personaje que el genial Alfredo coloco en la cúspide de malvados terroríficos con una escena que aun pone, 50 años después, los pelos de punta.
El mundo del cómic también ha sido una fuente inagotable de “maravillosos” malvados. Y entre ellos, sin duda destaca la figura del Joker, el archienemigo del Caballero Negro, Batman. Si ya de por si a buen seguro hubiera tenido un lugar destacado en esta lista, una más que excelsa interpretación a cargo de Heath Ledger en el último film del murciélago le aseguro permanecer en ella durante mucho, mucho tiempo.
Y llegamos al primer puesto. Y vaya dos que habéis encumbrado a la cima de la maldad. Por un lado, un tipo de negro con una voz metálica que vive en el lado oscuro de la fuerza. La maldad galáctica personificada, por mucho que al final se redimiera o le pusieran unos ricitos de juventud que no le pegaban ni con cola. El mimísimo Darth Vader. Al otro lado, la improbable y psicópata mezcla del bon vivant con el canibalismo, el amigo Lecter, a quien Anthony Hopkins supo darle el punto justo entre la maldad fría y calculadora y el atractivo de quien ya viene de vuelta de todo. Escalofriante hasta para hablar de vino. Quid pro Quo, vecinos.
Cada día me divierte más esto de hacer listas con vosotros, vecinos. Vamos a ver que se me escurre para la próxima. Hasta entonces, muchas gracias a todos los que habéis participado en esta maldad tan entretenida.