Los medios de comunicación: reproductores del pensamiento hegemónico dominante

Publicado el 24 octubre 2014 por Polikracia @polikracia

El  marxista italiano Antonio Gramsci contribuyó a la ciencia política con la introducción del  concepto “hegemonía”. Esta se produce cuando una clase o élite, puede ejercer su dominio sobre el resto de la población, no solo porque tiene la capacidad de imponerse sobre el resto, si no por que consigue que las clases subordinadas acepten como legítimo ese dominio. Las élites se han dotado a lo largo de la historia de todo tipo de mecanismos y creencias que perpetuán su estatus: La deshumanización de los esclavos, el sistema de vasallaje feudal , el origen divino de la monarquía, la promesa de una futura salvación espiritual en un hipotético mundo no terrenal, los títulos nobiliarios heredados durante generaciones, el inviolable derecho a la propiedad de los medios de producción,  toda una serie de dispositivos históricos que han generado en la conciencia colectiva  la idea de que ese estatus privilegiado debía ser recibido por derecho. De hecho que todavía en el siglo XXI existan Monarquías en Europa ampliamente apoyadas por sus propios ciudadanos es fiel reflejo de lo bien que funciona su hegemonía (El  80% de los holandeses apoyan la monarquía por ejemplo)

Desde la aparición de los medios de comunicación de masas, la población ha hecho uso de estos para informarse o formarse políticamente, un arma muy poderosa que los grandes capitales no ha dejado escapar. Es razonable pensar que en la actualidad el  mecanismo de reproducción del pensamiento hegemónico es la radio la televisión y  los periódicos o internet. Estos medios llegan a millones de personas en un mundo globalizado donde una noticia manipulada puede verse en directo desde cualquier parte del plantea, es el mecanismo perfecto de reproducción de la hegemonía de la clase privilegiada. Uno de los casos más delirantes de como los medios perpetúan a la élite a través de la reproducción de un  pensamiento hegemónico,  fue el trato que recibió la muerte del dueño del banco Santander: Emilio Botín. Los medios consiguieron que un bisnietonieto, sobrino, hijo, hermano y padre de banqueros fuera considerado como un héroe y un ejemplo a seguir por tener todo un imperio económico, como si él hubiera dedicado su vida a crear un negocio de la nada con esfuerzo y sacrificio y no a perpetuar su riqueza.  Una imagen vale más que mil palabras:

A principios de los 90 con el capitalismo en efervescencia, la izquierda en rompan filas, y unos sindicatos que no son capaces de frenar un cambio de modelo económico ni adaptarse al mercado de trabajo postfordista, las grandes entidades financieras comienzas a invertir en medios de comunicación creando un monopolio informativo, no como una lógica de beneficio económico, si no como forma de auto legitimarse de cara a la opinión pública. El medio de comunicación deja de lado su labor informativa para ponerse al servicio de los intereses económicos del accionista mayoritarios. Pongamos un ejemplo: un gobierno de un país con grandes recursos naturales como el petróleo, decide en virtud de sus legítimas potestades nacionalizar dichos recursos trasladando el beneficio de la extracción de manos privadas a manos públicas. Aquí encontramos el problema, una empresa que tiene intereses económicos en dichos hidrocarburos y que a su vez dispone de un medio de comunicación ¿Cómo creéis que este medio va a mantener la objetividad sobre este ficticio gobierno si pone en juego los intereses económicos del dueño del medio?

Este ejemplo no está seleccionado al azar, es lo que sucede actualmente con los gobiernos latinoamericanos que han decidido nacionalizar empresas privadas europeas, y en algunos casos como YPF en Argentina o Bolivia españolas. El caso de la nacionalización de YPF por parte de argentina fue más sangrante, ya que los medios de comunicación consiguieron introducir la idea en la  población de que el gobierno Argentino había robado a TODOS los españoles, cuando los perjudicados solo eran solo un pequeño grupo inversores y ni siquiera todos de nacionalidad española.

La relación entre el medio de comunicación y los intereses económicos privados se pueden entender mejor con el gráfico del artículo ¿Quién está detrás de los medios de comunicación en España?

¿Cuáles son las técnicas de manipulación que utilizan los medios tanto públicos como privados?

La manipulación no es solo falsear la realidad utilizando datos falsos o mintiendo sobre un suceso, esta puede aparecer de forma más sutil con técnicas y métodos imperceptibles a simple vista, y que un telespectador o lector no es consciente de la utilización de esos métodos, y por lo tanto no es consciente tampoco de estar siendo manipulado. Estas técnicas son variadas y cuantiosas, a continuación se describen las más utilizadas con ejemplos.

-Utilización del lenguaje

El lenguaje no es inocente, y una palabra colocada estratégicamente puede desde cambiar el sentido de una noticia, hasta cambiar la propia idea que teníamos sobre un acontecimiento. El lenguaje en boca de los periodistas nunca debe ser pasado por alto, la técnica de utilización de un discurso cargado de adjetivos negativos es el método favorito para tratar noticias relacionadas a manifestaciones, movimientos sociales y presidentes del gobierno latinoamericanos. Consiste en la adjetivación negativa  constante a la hora de relatar acontecimientos, con la intención de crear en la conciencia del telespectador una imagen negativa mientras se describen los hechos. Es muy conocida la técnica de contar una noticia similar de manera muy distinta:

La repetición constante de estas calificaciones negativas a lo largo del tiempo genera en la conciencia colectiva la imagen demonizada, que los medios de comunicación quieren,. ya que estos son las únicas fuentes de información y pueden crean una opinión alejada de la realidad solo con la utilización del lenguaje.

-Desvío del fondo de la cuestión

Otro de estos métodos muy utilizados en el día a día de las redacciones es el desvió de la atención mediática sobre el fondo de la cuestión.  Los medios centran el debate en banalidades o en puntos concretos que enmascaran el problema de fondo. Un ejemplo muy claro fue como la prensa ayudada por los políticos trató la cuestión de los desahucios. En vez de centrar la atención mediática del momento en la problemática que suponía que hubiese hasta 500.000 desahucios, los medios decidieron centrar el interés y el debate en si los escraches (Forma de protesta que realizo la PAH) eran violentos o no. Se realizaron acalorados debates televisivos en los que se hablo de todo y se dijo de todo, pero no se trató este drama social. La misma estrategia se utilizó para criminalizar la protesta vecinal en el barrio burgalés de Gamonal, centrando toda la atención en la violencia y no en las reivindicaciones del barrio en contra del bulevar. Un video vale más que mil palabras:

La Sexta y los supuestos “Violentos” :

Periodista de TVE miente y ciudadano le corrige:

-Generadores de opinión pública

Últimamente están muy de moda los debates políticos televisivos en horario de grandes audiencias, y en horarios matutinos. Es curioso ver como la gran mayoría de los tertulianos que aparecen en estos acalorados y ruidosos debates son siempre las mismas caras, defendiendo las mismas ideas, diciendo siempre las mismas mentiras. No es casualidad que personajes como Marhuenda, Eduardo Inda o Alfonso Rojo se paseen a diario por los platós de televisión haciendo la función de opinólogos. La estrategia es muy clara, generar una opinión pública, construyendo un discurso hegemónico con la intención de que la población interiorice una realidad que no existe. ¿Y cómo no van a creerse esa realidad la mayoría de la población si lo dice la televisión?  Obtienen la credibilidad al denominarse así mismo profesionales de la información.

Las conclusiones son fáciles de extraer, los mass media no cumplen la labor de informar, si no de servir a la élite para perpetuar su poder. Como dijo el presidente de Ecuador en una entrevista concedida a TVE “Desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la voluntad del dueño de la imprenta”