Los medios de transporte en la segunda fase de la revolución industrial (v): los dirigibles

Por Pedro

El antecedente de los dirigibles se encuentra en los globos aerostáticos de finales del s. XVIII. En 1782, el francés J. Montgolfier, tras observar que el aire caliente ascendía, construyó su primer globo. La primera ascensión dejó estupefactos a los espectadores. Los hermanos Montgolfier hicieron varias demostraciones de las posibilidades que ofrecían sus globos. El éxito de estos globos fue muy grande en Europa, se construyeron globos cada vez mayores y más vistosos que ascendían cada vez más alto. Pero el techo de los globos lo marcaba su gran problema: no podían ser dirigidos con eficacia por sus tripulantes. Había que conseguir hacerlos gobernables. En el intento de conseguirlo hay que destacar la figura de J. P. Blanchard que dotó a un globo aerostático de un propulsor manual, unas alas batientes. Con este aparato cruzó el Canal de la Mancha en 1785.

La solución la aportó el francés H. Giffard que, en 1852, aplicó a estos aparatos un pequeño motor de vapor que accionaba una hélice, hizo un vuelo de 27 Kms. Se puede considerar a H. Giffard el inventor del dirigible. Otros inventores ofrecieron diversas soluciones para propulsar los dirigibles al margen del vapor que no pareció tener muchos éxito.

Fue el alemán F. Von Zeppelin quien perfeccionó e impulsó los dirigibles, de ahí el nombre de "zeppelines" con el que se conoce a estos aparatos. Desde 1890 estuvo trabajando en la construcción de dirigibles rígidos a los que dotó  de un motor de gasolina. En 1900, con su "Zeppelin LZ 1", de 128 m. de largo y casco rígido, sobrevoló con éxito el lago Constanza, el vuelo duró 17 minutos. Iba a bordo el propio inventor y otras cinco personas.

Zeppelin LZ 1 sobre el lago Constanza, 2 de julio de 1900


El éxito del LZ1 estimuló el perfeccionamiento de los dirigibles. El LZ2 alcanzó 40 Kms. hora aunque se mostró difícil de manejar. El LZ 3 realizó 45 viajes. El LZ 4 demostró que podía volar 24 horas sin descanso, realizó varios trayectos desde 1908, en alguno de ellos fue como pasajero el propio Guillermo II. El LZ 4 tuvo un trágico final, falló uno de sus motores, una ráfaga de viento lo estrelló contra un árbol y ardió en pocos minutos. Aunque parecía el final de los dirigibles no fue así. Diversos capitales aportados por la industria, los políticos y población en general permitieron crear en 1908 la Sociedad Limitada Zeppelin para seguir con la construcción de dirigibles.

Accidente del LZ4, 1908


En 1909, F. Von Zeppelin fundó la compañía DELAG para el transporte de pasajeros. Entre 1910 y la I Guerra Mundial, DELAG transportó más de 34.000 pasajeros en 1.500 vuelos. Los dirigibles se convirtieron en naves dotadas de todas comodidades que podían viajar a una velocidad considerable. 

Durante la I Guerra Mundial, los dirigibles, además de servir como medio de transporte, desarrollaron una enorme labor en tareas de reconocimiento. Por cierto, durante la Guerra, en 1917, murió F. Von Zeppelin, le sustituyó en la dirección de su compañía Hugo Eckener.

Acabada la Guerra, en 1919, DELAG comenzó a ofrecer un servicio regular de pasajeros entre Berlín y Friedrichshafen con escala en Munich. Tras un paréntesis, debido a que Alemania hubo de entregar sus dirigibles a Francia como pago de las reparaciones de guerra, DELAG comenzó a ofrecer vuelos transatlánticos en 1928 con el LZ-127 Graf Zeppelin (éste fue el primer dirigible que los Aliados permitieron construir a Alemania tras la Guerra). Este dirigible medía 236,5 m. y llevaba 20 pasajeros, estaba propulsado por cinco motores y alcanzaba 128 Kms./hora. Realizó 600 viajes y cruzó el Atlántico 150 veces.

El Graf Zeppelin LZ-27 en un vuelo en 1930. Wikipedia



En 1929, el Graf Zeppelin, al mando de Eckener, dio la vuelta al mundo en un viaje que duró 21 días.

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En 1926, el dirigible Norge sobrevoló el polo norte llevando a bordo al explorador noruego Amundsen. Es muy conocido el vuelo polar del Graf Zeppelin realizado en julio de 1931.

Imagen procedente de BBC Mundo

Uno de los zeppelines más famosos fue el Hindenburg, bautizado con este nombre en honor del presidente de Alemania. También se construyó un dirigible gemelo , el Graf Zeppelin II. El Hindenburg alcanzaba 135 Kms. hora, tardaba dos días en cruzar el Atlántico (lo cruzó en 17 ocasiones). Tenía capacidad para 50 pasajeros que podía disfrutar de gran cantidad de los lujos de la época. Todo su mobiliario era de un diseño refinado. El régimen nazi utilizó el Hindenburg como muestra del poderío alemán, durante la inauguración de los JJ.OO. de Berlín sobrevoló el estadio olímpico. Su espectacular incendio en 6 de mayo de 1937 acabó con el futuro inmediato de los dirigibles. De esta tragedia (de sus 97 pasajeros murieron 35) y sus consecuencias me ocuparé en la próxima entrada.