Bien, aquí llegamos a un tramo donde vi conciertos que por una u otra razón les tenía muchas ganas, ya que era la primera vez desde hace mucho tiempo que veía a esos artistas en directo, confirmación de otros veteranos a los que no me canso de ver, tanto nacionales como extranjeros que suelen visitar nuestro país, alguna nueva banda americana que están siendo toda una sensación y un artista español en tono acústico y reposado.
Muchas eran las ganas de un servidor de ver de nuevo a John Paul Keith, que venía a presentar su último trabajo del año pasado 2018, ese Heart shaped shadow, que sin ser el mejor disco de su carrera seguía manteniendo momentos de buen nivel. Pero la clave estaba en volverle a ver en vivo, donde realmente es imbatible. En esta gira española de presentación viene con dos fieras en la sección rítmica, al bajista Matthew Wilson, un tipo que tocó toda la noche sin púa su bajo fender con su gorra de marinero y buen semblante no fallando ni una nota, y por otro lado el batería Danny Banks cuyo sentido del ritmo era cum laude, aparte de aporrear cuando era necesario. Es así, en formato trío como este enorme músico de Memphis más me gusta, y donde él desarrolla su maestría a la guitarra con toda soltura. Este enjunto hombre que no creo que sobrepase el 1'60 de altura, y no pesará más de 55 kilos, pero lo poca cosa que es físicamente, no se puede ni comparar al despliegue que hace en sus directos. Este pequeño gran hombre, se desata cuando toca la guitarra fender telecaster, que suena a gloria bendita.
Os dejo con Something so wrong tal y como sonó esa noche.
Sex Museum son a estas alturas para el que escribe palabras mayores, hablamos de una formación de más de 30 años de actividad a los que no les he visto un concierto malo en la vida, y debo de llevar unos 25 aproximadamente. Es difícil de explicar cuando has visto a una banda muchas veces, y sabiendo que son unos profesionales como la copa de un pino, y que no te van a defraudar, te vuelvan a sorprender, te den otra vuelta de tuerca más, y eso me pasó esa noche con la banda de Malasaña, otra vez. Venían a presentar Musseexum, su último trabajo de estudio editado en el último tercio de 2018, un trabajo que si en estudio suena rompedor, no digamos en directo.La formación sigue siendo, la que lleva unos 18 años seguidos aproximadamente, es decir, Miguel Pardo a la voz, Fernando Pardo a la guitarra y coros, Marta Ruíz Perdiguero al hammond y secuenciadores, Javi Vacas al bajo y Loza a la batería.
Os dejo con el tema Lucky Man tal y como sonó ese día.
Fino Oyonarte presentaba su nuevo single doble, allá por septiembre en el Café La Palma de Madrid, dos temas en formato 7", dos Caras A realmente "No mirar atrás/Calles Vacías", que realmente refuerzan y ponen de nuevo de actualidad su maravilloso disco de 2018, aquel Sueños y Tormentas, tan apreciado en este espacio, algo así como un corolario de aquel álbum, ya que son canciones que van en la misma onda.Fino se presentaba con su guitarra electroacústica, en formato acústico y desnudo, que solo tuvo la compañía de un clarinetista en dos canciones. Exquisito tratamiento de la guitarra por parte de Fino, que realizaba toda la melodía con ella, sin púa y dejando claro que es un bajista con mucho sentido del ritmo, que traslada a la guitarra con maestría.
Un concierto breve pero intenso, íntimo y personal, donde el artista va amenizando la velada con los comentarios acerca de la idea que le hizo componer los temas, algo que el espectador siempre agradece.
Os dejo con el tema La Deriva tal y como sonó esa noche.
Os dejo con el concierto entero de ese día.