Los mejores garbanzos y alubias cocidas son los ecológicos

En abril de 2013 dediqué un artículo a las alubias cocidas que se venden envasadas en tarro de vidrio. Por aquel entonces aun no elaboraba las tablas comparativas que tan útiles resultan para ver fácilmente las marcas más recomendables.

Ahora ha llegado el momento de ocuparme nuevamente de las alubias para comprobar la oferta existente. Así, doy respuesta a la sugerencia que me hizo Mª Carmen. También le agradezco que me haya enviado fotografías de algunas marcas para colaborar.

También voy a ocuparme de los garbanzos cocidos ya que el resultado de la comparativa es casi idéntico al de las alubias.

Tablas comparativas

En la última columna he marcado con una "X" los productos que, tal y como obliga la legislación, avisan de la presencia de sulfitos en el producto. Algunos de ellos están libres de aditivos, pero "contaminados" por sulfitos. Esto puede deberse a que la fábrica en la que se prepara el producto también se elaboren otros productos a los que se añaden sulfitos y no sea posible descartar una contaminación cruzada. Otra hipótesis es que alguno de los ingredientes ya traiga sulfitos en origen. En cualquier caso, es de suponer que la cantidad de sulfitos será inferior en éstas que en aquellas marcas a las que se le añade el aditivo E-223. Evidentemente, quien padezca intolerancia a los sulfitos no debe consumir ninguno de los que he marcado con la "X".

En rojo

• E-223, metabisulfito sódico. Para no repetirme con lo que ya comenté en el artículo anterior, solo añadiré que además de posibles reacciones alérgicas, también se relaciona la exposición continuada a los sulfitos con pérdidas de vitamina B1. Además, estos compuestos se han relacionado con el desarrollo de cáncer en ratas. Otras fuentes advierten de que debe ser evitado su consumo por personas con enfermedades de hígado o riñones.
• E-385, EDTA o etilen diamino de calcio y sodio. Es un secuestrante de metales (¡sí, como lo oyes!). En dosis muy elevadas, puede evitar la acción correcta del hierro en el organismo, aunque es improbable alcanzar estas dosis a través de la alimentación. Pero, como las depuradoras de agua no lo descomponen, puede llegar a los cultivos y provocar la fijación de los metales pesados contaminantes.

Color y seguridad

Estos aditivos se añaden como antioxidantes para evitar que las legumbres oscurezcan su color. Así, en vez de educar a los consumidores para que nos acostumbremos a tomarlas con un tono más pardo, le añaden estas sustancias para disfrazar el color natural que les corresponde.

Por cierto, a quienes nos critican por preferir los productos sin aditivos advirtiéndonos de que los que contienen aditivos son más seguros..., no está de más recordarles la intoxicación por botulismo que se produjo hace unos meses en algunas partidas de determinadas marcas de conservas de alubias. Precisamente los productos afectados tenían aditivos, pero eso no evitó la presencia de la toxina que, según el fabricante, se debió a un "fallo de seguridad". Ya lo he dicho muchas veces: Para garantizar la seguridad en los alimentos no es imprescindible añadir aditivos, sino extremar las precauciones y la higiene en el proceso de elaboración. Como dicen las abuelas: no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia.

En conclusión

Nuevamente los productos ecológicos son los que me parecen más recomendables porque prescinden completamente de los aditivos. Pero no son los únicos. También quedan en buen lugar otras marcas como Ostargi y Pedro Luis, solo empañados por contener trazas de sulfitos.

Fuentes

- " ¿Veneno en su plato?". Editado por la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios).
- " Guía completa de aditivos alimentarios".
- " Tabla de aditivos. Los números E "