1-LA TEXTURA IDEAL PARA LA BASE DE MAQUILLAJE: La textura de la base de maquillaje dependerá de nuestro tipo de piel y del efecto que queramos conseguir. Las bases en crema son muy cubrientes y resultan eficaces para hidratar una piel seca y, al mismo tiempo, tapar las imperfecciones. Su textura excesivamente densa, sin embargo, puede dar un efecto artificial al rostro. Las bases fluidas son más ligeras, aunque menos cubrientes, y aportan un acabado muy natural. si tu cutis es graso, te convienen las mousses, de textura ligera y esponjosa, o los polvos, ideales para absorber el exceso de grasa y conseguir un acabado mate.
3-PIEL IRRITADA TRAS APLICAR LA LIMPIADORA: A veces, tras usar durante mucho tiempo un producto limpiador que nos va bien, de repente, un día tras aplicarlo, nuestro rostro deja de reaccionar bien a la aplicación y pasa a enrojecerse e irritarse. Si os ha pasado alguna vez, se debe a que la naturaleza de la piel suele cambiar a lo largo de la vida, y es muy posible que, sea por la razón que sea, se haya vuelto más sensible y reactiva y el producto limpiador que has usado hasta ahora no resulte adecuado. Lo ideal en estos casos es cambiarlo por Agua Micelar, un producto de limpieza cutánea muy ligero que no altera el Ph natural de la piel. Si aún no habéis probado el Agua Micelar Diamond Celular de Oriflame, os aconsejo que lo hagáis porque es estupenda. Yo la uso y me encanta.