En mis viajes por el sudeste asiático una de las cosas que más me gusta hacer es visitar sus mercados locales. Sus olores, sus sonidos, el ajetreo de la gente, el exotismo de sus mercancías, o los bichos que venden tanto vivos como muertos, hacen de estas visitas una auténtica experiencia sensorial que ayuda a comprender la cultura y la personalidad de cada destino. Los mercados de Vientiane, la capital de Laos, están entre los que más me han gustado, y los más originales y auténticos que he visitado en la zona.
El retraso y el aislamiento del país, junto a la poca afluencia de turistas permiten que una visita a sus mercados sea una experiencia única para tomar el pulso de la sociedad laosiana. Su manera de hacer y de vender de toda la vida no se ha visto contaminada todavía por influencias exteriores, y sorprende algunas de las cosas que se venden. No te extrañe ver a un carnicero destripando y preparando sapos o tortugas, o a una señora que se echa una siestecita en la misma plataforma donde tiene expuesta la carne y las tripas que más tarde venderá a sus clientes.
Hay cuatro mercados que no te puedes perder si estás de visita en Vientiane: el Talat Thong Khan Kham y el Talat Khua Din, los dos mercados más interesantes donde los locales hacen sus compras habitualmente, el Talat Sao, que es lo más parecido a un centro comercial que hay en Laos, y el mercadillo nocturno que se monta en la orilla del río Mekong.
La primera visita que recomendaría es el Talat Thong Khan Kham. Este mercado, situado algo hacia el norte del centro de Vientián y al que se puede llegar a pie dando un paseo, es uno de los más grandes y más tradicionales de la ciudad. Conviene visitarlo por la mañana a primera hora que es cuando está en su apogeo. Se vende todo tipo de cosas desde comida, herramientas, cerámica, hasta cualquier tipo de animalitos vivos o muertos.
En una zona más céntrica está el Talat Sao el único gran centro comercial, si es que se le puede llamar así, de Laos. Está compuesto por dos edificios. En el más antiguo, que recuerda en plan cutre cutre y salvando las distancias al MBK de Bangkok, se venden toda una gran variedad de artículos aunque priman los textiles y las copias de productos electrónicos con pinta de tener una calidad pésima. Es un buen sitio para comprar algún suvenir como el sinh la falda tradicional laosiana. Se regatea siempre.
Contiguo a este mercado hay un edificio nuevo que alberga un centro comercial que pretende adoptar estándares más modernos y con productos de mayor calidad como cosméticos, joyerías, ropa, y electrónica. Los precios de los productos de lujo, debido a los altos impuestos a la importación de Laos, son más elevados que en Bangkok por lo que no vale la pena comprar nada aquí. Mejor en Bangkok
Justo detrás del Talat Sao, donde también está la estación de autobuses, se encuentra el Talat Khua Din otro mercadillo donde los locales acuden a comprar sobre todo comida y productos de consumo, flores, tabaco, bebida y todo tipo de cacharros. Se parece mucho al Talat Thong Khan Kham, tal vez algo más guarrete, y está más céntrico, razones de peso para escoger visitar este mercado si no hay tiempo para ver los dos.
Por la noche se monta un mercadill en la orilla del río Mekong. Se vende lo que en la mayoría de mercadillos de este tipo del país: ropa, cerámica, utensilios varios, y suvenires. Es el sitio más adecuado para terminar un día de visita a Vientián, y cenar en alguno de sus puestos de comida o en los restaurantes que hay por la zona.
Si estás de visita en Vientián vale la pena que incluyas en tus circuitos turísticos una visita a sus mercados que seguro te llamarán la atención. A continuación te dejo unas fotos que ilustran algunas de las escenas de un día de mercado en Vientián.
Mi amigo Joseba levantando pasiones entre las laosianas
En los mercados de Vientiane se venden todo tipo de cacharros
Es costumbre despachar sentadas sobre la plataforma donde se sirven los productos en vez de detrás del mostrador
En las carnicerías y en puestos de animales venden sapos vivos o te los matan y te los descuartizan a tu gusto
También te venden tortuguitas vivas para que tus platos tengan ese toque que solo los productos frescos consiguen
Las carnicerías tienen de todo también productos algo más habituales aunque servidos a la laosiana
... también pollos ricos ricos y otras delicatessen
Los laosianos trabajan duro y de vez en cuando hay que reponer fuerzas como este vendedor que se está echando una cabezadita al lado de las patatas
Cualquier sitio es bueno para echarse una siestecilla
... o para hacerse la pedicura