Como en aquellas películas de acción de los años 80 y 90, aquí el guión es lo de menos, y lo que importa es la acción, y de esa tenemos un buen cacho. Pero no se queda en eso, sino que lo que la hace grande, es todos los momentos autoparodicos, y de humor que llenan por completo esas escenas de acción, donde no en pocas ocasiones, tienes la sonrisa en la boca, y lanzas un bufido ante las bravuconadas que son capaces de hacer los personajes.
Atención a todos los detalles y frases lapidarias de estos personajes, vas a poder recordar casi todas las película que ya interpretaron. Y especial mención, lo primero a la gran aparición de Norris, donde claramente, el guión es lo de menos, y lo segundo, a como se ríe de si mismo, con la famosa leyenda urbana que corre (o corrió) por toda red.
Tampoco quiero destriparos ninguna sorpresa, tan solo deciros que os recomiendo esta película, y más aún si eres un nostálgico de las películas con las que creciste, vas a disfrutar de lo lindo.