Los "miedos" patológicos de Zapatero

Publicado el 07 junio 2010 por Franky
Un amigo, buen médico y mejor diagnosticador, me comenta que la única manera de entender la compleja personalidad de Zapatero es contemplándolo como un hombre atormentado por sus miedos y necesitado de medicación para mantenerse firme: miedo a perder el poder, miedo a su propio partido, miedo a la oposición, miedo a la libertad, miedo a fracasar, miedo a no ser amado por su pueblo, miedo a la verdad, miedo a los periodistas, miedo a pasar a la historia como un inútil... y un largo etcétera.

Yo le creo porque el padecimiento de una intensa patología es la única explicación lógica para entender su drama y el de los españoles que padecemos su mal gobierno destructivo.

El miedo lo ha convertido en un ser osado y descarado que pretende superar su terror congénito a casi todo. La "baraka" (suerte), una especie de magia que él siempre exhibe ante sus amigos y correligionarios, es su amuleto personal frente al miedo. Cada vez que se siente acosado o frente a un obstáculo, Zapatero habla de su propia "suerte" y la presenta como una especie de "milagro" que le impide perder. La historia y la ciencia demuestran que todos los que confían demasiado en la suerte suelen ser seres acomplejados e intensamentte frágiles.

El hombre es el más miedoso de los seres. Nace con miedo y vive su vida rodeado de toda suerte de temores. La gran diferencia con los animales es que el hombre lucha por sobreponerse al miedo. Para muchos, la vida es una constante lucha contra sus miedos reales o imaginarios. Los hombres, sin excepción, siempre se temen unos a otros.

El poder ha sido definido por muchos filósofos como "la manifestación suprema del miedo". Otros lo consideran como la convergencia de dos fuerzas: el miedo universal y la división del mundo entre amos y esclavos.

La mayoría de los hombres son seres tímidos, asustados y pasivos que no sirven para mandar y que han nacido para obedecer. Esos seres constituyen la materia prima sobre la que actúa una minoría bien dotada para mandar, la raza de los señores, dotada de una inmensa fuerza vital.

Cuando alguien nacido para obedecer se convierte en poderoso, sufre traumas insoportables y se transforma en una especie de demente aterrorizado que únicamente sabe salir del atolladera con huidas hacia adelante y exhibiendo una osadía irracional. La presencia de un mediocre en el poder constituye un serio peligro para la sociedad. Sin embargo, se da un fenómeno muy curioso: el pueblo, que siempre percibe al cobarde cuando se eleva sobre la masa, suele querer y arropar al poderoso dominado por el miedo porque prefiere ver a uno de los suyos en el mando antes que someterse a un miembro de la raza de los señores.

El miedo es el verdadero motor de la Historia. Los hombres tienen miedo del poder que los somete y el poder termina temiendo a los que somete. Es una dinámica implacable que obliga al poder a convivir con el terror porque emplea para gobernar la fuerza física y la violencia. Por esta razón, el poder político sólo puede ser ejercido con garantías por gente capaz de superar sus temores. Los pensadores políticos consideran que el temor del poder a una rebelión de los ciudadanos es una constante siempre presente.

Cuando los poderosos no saben dominar su miedo, el poder suele volverse injusto, arbitrario y hasta violento. Un poderoso cobarde es un auténtico peligro para la comunidad. La mayoría de los poderosos con miedo terminan desquiciados y son fácil presa de la depresión, la manía persecutoria y otras patologías.

Es más que probable que el problema de Zapatero sea que no supera fácilmente sus miedos y que su llegada a la presidencia del gobierno de España, un rango de poder para el que no está dotado, ha acentuado su fragilidad ante el miedo y le ha convertido en un ser asustado, receloso, desconfiado y constantemente entregado a la "baraka".

Muchos pensadores definen la civilización como "una escuela de coraje" y el progreso como "todo lo que sirve al hombre para superar sus miedos". Así entendida, "la civilización es el resultado del progreso".