El principal problema del director británico ha sido no lograr hacer un entretenimiento cinematográfico con el material que tenía entre manos. Le ha quedado algo demasiado teatral, monótono, plano; básicamente porque su realización no aporta nada nuevo. A nivel técnico poco que objetar. A nivel artístico tampoco: ellos están muy bien y ellas están mejor. Pero en general lo considero una decepción. Puede que yo no tenga ni papa de musicales, pero creo que aquí se canta demasiado y que el efecto sorpresa se pierde. De poco sirven un par de números estelares si en el conjunto brilla la monotonía y estás más pendiente del reloj que de la pantalla.
Lo mejor: Anne Hathaway merendándoselo todo en el I dreamed a dream.
Lo peor: eso es, de largo, lo mejor de la cinta.