Pocos santuarios han alcanzado, a lo largo de la Historia, la fama del centro cultual de Eleusis, sede de los famosos Misterios relacionados con el culto a Demeter y Perséfone. Dicho santuario se pone en relación con los cultos a la fecundidad que se sostienen, fundamentalmente, en un mito más que famoso: el del rapto de Perséfone por su tío Hades.
Según dicho mito la bella diosa, hija de Deméter y el propio Zeus en la mayoría de las versiones del mito, habría sido secuestrada por Hades, señor del inframundo, para tomarla por esposa. Dolida con la pérdida de su hija, Demeter habría iniciado su búsqueda, desatendiendo de esta manera su labor como señora de la fecundidad.
En sus viajes la diosa, haciéndose pasar por mortal, habría llegado a Eleusis, donde el señor de estas tierras, Celeo, le habría otorgado cobijo. A cambio, la recién llegada tendría que cuidar de los hijos del rey de Eleusis. El cariño de la diosa hacia uno de ellos, Demofonte, le llevó a desear convertirlo en inmortal. Para ello lo cubría de ambrosía y lo acercaba al fuego cada noche. Pero, en una de estas sesiones, fue descubierta por la madre del niño que, al no conocer el ritual, gritó asustada interrumpiendo el mismo y favoreciendo la muerte de su vástago. Este ritual se encuentra en profunda relación con el culto que, posteriormente, se desarrollará en el santuario. Dicho ritual no tenía otro objetivo que el de, precisamente, lograr la inmortalidad o alcanzar la vida tras la muerte
Para compensar la pérdida del niño la diosa de la fertilidad enseñará al hermano de éste, Triptolémo, la agricultura, cuyo uso de difunde a partir de este momento. Tras esto, parte la diosa de Eleusis y, al fin, descubre donde ha sido llevada su hija, pero Zeus no puede hacer efectivo su deseo de traerla de vuelta ya que Perséfone ha consumido varios granos de granada (alimento simbólico relacionado con la muerte y la fertilidad), lo que le obliga a permanecer en el inframundo con el señor de los muertos. Pero, finalmente, ambas partes llegan a un acuerdo: Perséfone permanecerá medio año con el que será su marido a partir de este momento y otro medio con su madre. La tristeza por la pérdida de su hija durante unos meses lleva a que Deméter descuide sus labores todos los años sobre este período. Es este el mito que pretende explicar el paso de la estaciones.
Tal y como vemos, muerte y fecundidad se unen de nuevo en un ciclo mítico, tal y como ocurre con el de Horus y Osiris por ejemplo; para dar lugar a una serie de cultos con la vista puesta en la vida tras la muerte. Sobre este culto, del que apenas sabemos algo, y de los fascinantes rituales llevados a cabo por los iniciados en él hablaremos en el próximo artículo.Mucho más en... http://selvadelolvido.blogspot.com/