Los moken son un grupo de entre 2.000 a 3.000 hombres y mujeres que mantienen una cultura ancestral basada en el mar. Su idioma no se parece a ningún otro y se cree que emigraron a zonas del mar de Andamán en las actuales Birmania y Tailandia desde China hace cerca de 4.000 años.
Son de religión animista, creen en los espíritus que habitan en los objetos de la naturaleza que les rodea y se comunican con ellos mediante un tótem. Su gran conocimiento del mar les permite vivir de éste solamente haciendo uso de herramientas rudimentarias como redes y arpones. La comida que no consumen, la secan en la parte superior de sus botes, y luego la usan para comerciar en los mercados locales y cubrir así otras necesidades. Debido a la cantidad de tiempo que pasan buceando para conseguir comida, los niños Moken son capaces de ver mejor que los adultos debajo del agua mediante la acomodación de su foco visual. A lo largo de generaciones, han evolucionado desarrollando una visión submarina que les hace únicos en el mundo. Su visión bajo el agua es seis veces mejor que la de un ser humano normal, y su aguante de unos cinco minutos de media en hombres adultos.
Algunos de los moken birmanos son todavía pueblos nómadas que deambulan por el mar la mayor parte de su vida y viven en pequeñas barcas artesanales de madera llamadas kabang, estas barcas sirven no solo como medio de transporte sino también como cocina, dormitorio y salón. No obstante, por la globalización, que recientemente ha creado una masificación turística sobretodo en el sur de Asia (como en Phuket y Phi Phi, en Tailandia), y debido al cambio climático que muchos siguen negando, gran parte de su vida tradicional está en peligro y parece estar desapareciendo.
Durante el Tsunami de 2004, su ancestral conocimiento del mar les permitió conservar la vida, aunque los asentamientos y cerca de la quinta parte de las barcas fueron destruidas. La mayoría son analfabetos por lo que transmiten las tradiciones oralmente. Entre estas historias se encuentra el esperar “la ola que se traga a la gente” en el caso de observar que el mar se retire de las costas de forma rápida y profunda, esto les hizo huir hacia el interior de las islas en cuanto detectaron los síntomas.
En este fragmento de un reportaje de la BBC, podemos disfrutar de un momento de caza de un hombre de la tribu, que aunque solo necesita dos minutos para pescar un pez mediano, es capaz de aguantar más de cinco minutos con una sola bocanada de aire.
Resumen de las mejores imágenes de esta tribu.