Los molinos, el brutathlon, los medios y nosotros.

Publicado el 06 septiembre 2013 por Molinos @molinos1282
Los Molinos es un pueblo a unos 60 km de Madrid capital. Tiene 4.500 habitantes y un término municipal bastante pequeño porque cuenta leyenda que cuando se reunieron los representantes de varios pueblos de la sierra de Guadarrama,para fijar las lindes municipales los de Los Molinos aparecieron tarde y borrachos. Si conoces Los Molinos no resulta difícil de creer. No tiene grandes monumentos ni parajes naturales espectaculares. Tiene estación de tren, muchas calles de tierra. No hay ningún semáforo. Tiene un supermercado, un par de tiendas de chinos, un despacho de loterías, una floristería, una pequeña biblioteca, una zapatera prodigiosa, la tienda de chuches de Nieves, varios restaurantes y un montón de bares. Lo que más tiene son bares. No es un pueblo especialmente bonito pero es bastante pueblo. Lo mejor que tiene es eso, que sigue siendo bastante pueblo y que desde él se ve La Peñota, Siete Picos, Montón de Trigo, La Mujer Muerta, el Puerto de Navacerrada, La Maliciosa y en días claros puedes ver El Escorial. En la entrada del supermercado hay el típico tablón de anuncios donde la gente cuelga carteles de “se vende chalet”, “se alquila piso”, “se regalan cachorros”, “se ofrece señora para limpiar y cuidar niños”, “jardinero con experiencia hace mantenimientos baratos” o “estudiante responsable cuida niños”.  Junto a esos anuncios, hay también carteles con todas las actividades que van a tener lugar en la semana en el pueblo. En verano suelen ser muchas. El fin de semana pasado concretamente había un mogollón de actividades. El viernes y el sábado se había organizado una nueva edición del “Molirock”, un concierto de varios grupos musicales que este año tenía como aliciente que la banda elegida teloneará a Burning el viernes de fiestas. Todo el fin de semana se podía visitar la exposición “El comic español contemporáneo” y el sábado se presentaba la revista de ilustración y ciencia ficción “The Rocketman Project”. Además de todo esto, el sábado por la mañana se celebraba la XI Subida Popular a La Peñota. ¿Había algo más?Un Brutathlon. ¿Qué es esto? Pues una gañanada. La típica reunión de hombres para hacer el bruto y el gañán compitiendo en cosas absurdas como ver quien tira más lejos una bombona de butano, quien le da más rápido la vuelta a un neumático, quien tira más lejos una traviesa...y memeces de eso tipo. Una reunión de esas de “no hay huevos para ver quien....” y lo lamentable es que siempre hay huevos. Cerebro no, pero huevos todos. ¿Para qué se había organizado? ¿Para recoger dinero para una buena causa? No. La idea era conseguir dinero para “tener dinero para comer y beber en las fiestas”. ¿Son gañanes? Si. ¿Son muy gañanes? Si. ¿Es preocupante que esto sea todo lo que se les ha ocurrido? Si. ¿Es preocupante que su motivación para organizar algo sea tener dinero para emborracharse en fiestas? Si. Pero..¿qué más hay? He perdido la cuenta de toda la gente que me ha mandado este enlace para comentarme y preguntarme si yo sabía algo de esto. He perdido la cuenta de la cantidad de tweets que he visto sobre esto. Agradezco el interés y me hace gracia que la gente vea la palabra “Molinos” y la asocie a mí, lo agradezco y me hace mucha ilusión. Según iba recibiendo los mensajes fui pasando de la sorpresa, a la vergüenza ajena y luego a la reflexión sobre algo más que lo burros que son en Los Molinos. ¿Por qué de todas las actividades que había en Los Molinos el pasado fin de semana El Mundo decidió dedicarle un espacio a esa gañanada? A lo mejor el periodista es primo de uno de la peña, o tiene casa aquí o los brutos de Los Zagales irrumpieron en su casa, le agarraron de las orejas, le arrastraron a Los Molinos y le obligaron a escribir el artículo bajo amenazada de cargarse a toda su familia. A lo mejor se despertó el sábado por la mañana con una cabeza de caballo en la cama y una nota que no le daba opción. A lo mejor. O a lo mejor el periodista, su jefe de sección o el director de la edición de fin de semana sabían que un titular con “Brutathlon” les iba a generar un montón de clicks y un montón de visitas. Puede que discutieran si contar algo del Molirock, o hacer una breve nota de la expo del comic o incluso entrevistar a los chavales que han puesto en marcha “The rocketman Project”...O puede que no. Los Zagales lo hicieron  mal por organizar esa estupidez de concurso. Los medios y en este caso El Mundo  lo hicieron mal por dar cobertura a ese tipo de cosas dejando de lado un millón de cosas más interesantes, más enriquecedoras y más ingeniosas que no solo se organizaban en Los Molinos sino en otros muchos pueblos. Si, ya sé que la prensa es un negocio y si “brutahlon” genera más clics y más beneficios que “cultura” pues será lo que haya que poner...pero entonces dejemos de rasgarnos las vestiduras con la pérdida de criterio y rigor de la prensa. Admitamos que está para vender amarillismo de cualquier caso y pasemos a otro caso. Pero nosotros peor. Mucho peor. La noticia del brutathlon ha conseguido 86 comentarios. No los he leído todos pero la mayoría de ellos se dedican a lamentar que haya gente como la que ha organizado esa gañanada. No seré yo la  que defienda a los zagales...pero un poquito de autocrítica. ¿Qué tipo de público somos para que esa noticia merezca ser colgada en un periódico nacional? ¿De quién es la culpa de que llegue a portada? ¿Por qué pinchamos donde pone “brutathlon” y no donde pone “certamen de relato corto” o “exposición de comics”? Llevo una semana pensándolo y creo que los que menos daño han hecho han sido los zagales. La prensa y sus lectores somos muchísimo peores y lo que es peor...nos creemos superiores a los gañanes.  Los zagales organizaron su reunión de brutos haciendo el animal y supongo que pasaron un buen rato. La prensa dio cobertura a esa noticia sabiendo que era una gilipollez pero sabiendo también que sería un cebo para sus lectores les ha dado alas para repetirlo el año que viene. Los lectores y los comentaristas pincharon, leyeron y comentaron mientras esbozaban una sonrisita y pensaban “que gente más animal, yo no tengo nada que ver con ellos”sin darse cuenta de  que han elegido leer “Brutathlon” en vez de pasar de largo y pinchar en algo mejor. Así nos va.